Paseos, Viajes
150.000 km
En enero del 2010, mi SV y yo cumplimos 100.000km recorridos juntas, los cumplimos en menos de 5 años.
La vida da muchas vueltas, y al año siguiente nos íbamos (juntas) a vivir a París. París no es el mejor sitio para disfrutar de la moto, ya que es todo plano, hay que recorrer 400km para encontrar curvas. Por lo tanto la media de kilómetros bajó drásticamente mientras vivimos allí.
Aun así fue durante los 4 años en París que hicimos los 2 viajes más lejanos hasta la fecha:
Irlanda para nuestro viaje de novios –que nos iba a cambiar la vida- (hacer click en las imágenes para llegar a los posts)
y al año siguiente, por la República Checa
y Austria.
También tuvimos alguna que otra oportunidad de descubrir un poco de Francia, principalmente el Este:
Reims
zona que desconocía por completo.
En el 2015 nos mudamos otra vez, esta vez a Irlanda. Los dos primeros años tuvimos buenas oportunidades de seguir conociendo este bonito país, con zonas que no conocíamos aún, incluida la donde nos instalamos:
East Cork,
West Cork,
Gougane Barra,
Península de Beara,
The Vee,
North Cork,
este último siendo ahora el patio de mi casa, con bonitas carreteras sin casi nada de tráfico, y bonitas vistas.
Con también vacaciones más largas para visitar Antrim
y Donegal.
El kilometraje a partir de mitad de 2016 bajó ya a casi nada, con la espera y la llegada de Emma. Los dos primeros años en Irlanda recorrimos un total de 5000km… Y los últimos 2, cuento que unos 500 lol.
En todo caso, lo importante no es la cantidad sino la calidad, y aunque no hemos cogido la moto tanto desde que cumplimos los 100.000, hemos descubierto sitios mas lejanos con gente diferente.
Así que finalmente, el primer sábado de septiembre, de vuelta de desayunar en “Ballyhoura Mountains”,
cumplimos nuestros 150.000km juntas.
Desde el 2010, aparte del mantenimiento normal y cambios de neumáticos, esto fue lo que hice:
-Antes de irnos de Barcelona, cambié el embrague, no porque diese ningún tipo de problema, sino porque no sabíamos cuando volveríamos a encontrar un mecánico de confianza. Porsiaca…
-Camino de París, cambié por primera vez la batería. Se volvió a cambiar en el 2017, pero por la falta de uso y la humedad del último año.
-Para el viaje de novios compramos un baúl y maletas laterales Givi, con soporte SV-Motech, muy prácticos para los viajes largos.
-Cambié el asiento delantero cuyo mullido se había terminado de fastidiar en el ferry del viaje de novios. También cambié la cúpula por estética ya que llevaba rayada desde el 2005, recuerdo indeleble de mi estancia en Marsella…
-Al llegar a Irlanda hemos cambiado la junta del escape, que se había desintegrado por completo.
-El único fallo que dio la moto en 150.000km era que, cuando llovía MUCHO y durante mucho tiempo, entraba agua en el hueco de la bujía delantera, y al cabo de un rato, la moto se me quedaba en un cilindro, y se calaba. Al llegar a Irlanda, cambiamos el capuchón de la bujía. En el viaje largo que hicimos al norte nos llovió a la vuelta, y no me dio el problema. A la vuelta de la Munster 100 este año, Juan pilló el diluvio universal (40km) y tampoco dio el problema. Así que visto lo poco que cojo la moto, como tampoco la cojo cuando dan lluvia, supongo que ya no me dará mas el problema en muchos años lol.
-Durante las vacaciones 2016, a ratos la moto no quería arrancar, y nos diagnosticaron fallo del motor de arranque. A la vuelta de vacaciones, Juan reparó el motor de arranque cambiando las piececillas de dentro.
-Quitamos los puños calefactables que habían dejado de funcionar unos años atrás, y hemos vuelto a poner puños originales. Si total para hacer 500km al año como mucho, no voy a sacar la moto con frío! Lol
Después de 150.000km sigo sin intención de separarme de ella, me sigue gustando mucho y ninguna moto moderna me atrae. Así que aunque no llegue a hacer 500km al año, todos los que hago los disfruto al máximo.
Supongo que tardaré unos muchos años para cumplir los 200.000km, pero solo espero poder seguir disfrutando cada uno de ellos, con bonitas carreteras, bonitos paisajes y la mejor compañía.
V’s
Paseos
Ha vuelto MariCelenmoto
Tras un año y 8 meses de parón por embarazo y luego por falta de sueño y energía, con la moto ya preparada y puesta a punto por Juan, habíamos previsto que si el sábado hacía bueno, cogería la moto para ir a dar una vuelta.
El sábado, tras una noche de sueño del tirón (cosa nueva en el último año y algo), nos levantamos con sol y temperatura suave (para Irlanda) y sin viento.
Después de desayunar los 3, Juan fue a dar una vuelta para asegurarse que los frenos de mi moto funcionaban bien, y cuando volvió y me dio el visto bueno, me fui a vestir de “motera” por primera vez desde julio del 2016!
La diferencia con “antes de Emma”, es que ahora, mientras me vestía, sonaba la canción de “La gallina Turuleca”…
La gran pregunta era si aún sabría andar en moto…
El plan, por ser la primera vez en mucho tiempo, era ir yo con la moto, y que me siguiera Juan en el coche con Emma. A Emma le gusta mucho ir en coche.
Cuando ya estábamos todos listos, me puse el casco y a Emma le pareció gracioso, puso cara de asombro y se rió.
Por fin salimos. Excepto en el primer cruce que me olvidé de poner primera y salí en punto muerto (era en bajada), preguntándome qué pasaba, porqué no andaba, luego ya todo volvió en orden y volví a conducir “automáticamente” y muy fluido sin tener que pensar en nada.
Tras unas vueltas por carreterucas bonitas, dando un poco de vuelta, llegamos a Mallow y tiramos hacia “Ballyhoura Mountains”.
Tras la nieve y lluvias de las últimas semanas, algunas carreteras tienen muchísimos baches y pueden estar muy sucias por los tractores que dejan tierra. Hay que ir siempre con mucho ojo.
Esta carretera es muy bonita, entre bosque y montañas cubiertas de terciopelo amarillento y marrón en esta época del año. Ya volverá lo verde.
Tras el paseo por el bosque, paramos a hacer unas fotos a las montañas de enfrente donde aun quedaba un poco de nieve. Tenía una sonrisa de oreja a oreja. Emma se había dormido. Y Juan, que tenía la cámara, compartía esta misma sonrisa.
Seguimos camino con la carretera que volvía a bajar. Hasta llegar al pueblo de Ardpatrick, donde hay un café donde sirven Irish Breakfast rico rico hasta las 12h y luego bocadillos y sopa. Eran pasadas las 12h pero les quedaba para hacer un desayuno, así que Juan se tomó el Irish Breakfast, y yo sopa con sándwich mixto. Emma se comió un poco de mi sopa y mucho de mi sándwich…
Tras reponer fuerzas, volvimos, por otro camino que desconozco ya que nos perdimos por carreterucas y tuvimos que poner el GPS para no acabar en Tipperary lol . El GPS, como la mayoría en Irlanda, cada vez que llegábamos a una carretera principal en buen estado, nos hacía girar en el primer cruce que encontraba para meternos por carreterucas en bastante peor estado lol . Muy bonitas todas eso sí. La campiña irlandesa siempre ofrece muy bonitos paisajes.
Tras unos cuantos más kilómetros llegamos de vuelta a casa. Era temprano aun, no habíamos hecho muchos kilómetros, pero fueron suficientes para devolvernos a los 2 esta sonrisa de oreja a oreja de cuando vamos en moto.
Al día siguiente le tocó a Juan coger la moto mientras yo y Emma descansábamos.
Eso es el plan para cuando lleguen los días soleados… coger la moto por turno, para que no la odie Emma pensando que la abandonamos cuando cogemos la moto. Ya veremos si funciona 😉
Tras un parón de 20 meses, ha vuelto MariCel en moto 🙂
V’s
Paseos
The Vee
Aquel domingo de junio por la mañana habíamos quedado con Finbarr y Jim para dar una vuelta en moto. Juan y yo nos preparamos y fuimos a por un desayuno irlandés en un sitio chulo que descubrimos en la ciudad. Sobre las 11h estábamos en la gasolinera con Finbarr, esperando a Jim que a su vez estaba esperando su llave de la moto, que estaba en la lavadora… 😀
Al final salimos desde Midleton, hacia Lismore donde hicimos una primera parada para tomarnos cocacola/té/tarta/café. Luego paramos otra vez abajo del pueblo en el puente con unas bonitas vistas al castillo.
Es un sitio muy bonito, un castillo muy guapo, sus jardines están abiertos al público. Después de una corta parada fotográfica, seguimos y giramos a la izquierda después del puente, en dirección a “The Vee” (“La “V”).
La carretera para llegar allí es muy chula, no muy ancha pero el asfalto es bueno. Por desgracia nos quedamos atascados detrás de un camión de transporte de gasolina sin posibilidad de adelantar durante un buen rato. La carretera es muy bonita de todas formas, bajo los árboles bordeando un río la primera parte. Luego llegas a la parte montañosa con bonitas vistas a las montañas de cada lado.
Paramos en un primer parking. Desde allí baja un camino hasta un bonito lago, y sube otro camino por la montaña (no con ropa de moto).
Luego paramos en otro parking con vistas bonitas al lago. Era un día bastante nuboso, pero incluso sin mucha luz Irlanda es tan bonita con sus 40 tonos de Verde como dice la canción «Forty shades of green».
Luego paramos otra vez justo antes de una gran curva a 180 grados, ya bajando. Como estaba muy nuboso no se podía ver muy lejos, pero era bonito igualmente.
Bajamos la montaña y emprendimos el camino de vuelta, o bueno, eso pensamos, pero el GPS de Finbarr no paraba de meternos por carreterucas lol… en algún momento la carretera estaba demasiado mala para mi, con barro dejado por tractores y gravilla y preferí no seguir. Finbarr & Jim querían ir hasta un pub cerca para ver la segunda mitad del partido Francia-Irlanda ya que Irlanda estaba ganando 1-0, pero dimos la vuelta hacia la carretera principal y encontramos un pub para ver el final del partido.
Luego volvimos por Youghal y Midleton.
Fue una vuelta muy chula por carreteras muy bonitas.
Tan bonitas que el domingo siguiente, de vuelta de la carrera de Skerries, nos despertamos tarde, fuimos a desayunar y salimos otra vez hacia Lismore y The Vee por las mismas carreteras. No nos paramos mucho para hacer fotos pero aprovechamos mucho la carretera. Hacía muy buen tiempo, con un sol de verano y muy buena temperatura. Había alguna nube donde el lago,
pero paramos otra vez en la curva grande ya que esta vez las vistas estaban muy despejadas.
Un grupo de moteros que estaba subiendo nos informó muy simpáticamente que había un radar móvil abajo en el pueblo… Lo que probablemente nos evitó una multa a nosotros dos y a dos moteros mas que venían detrás…
De camino de vuelta a casa paramos en Ardfinnan para comer un helado y tomar una cocacola sentados en un banco de un bonito parque.
Luego seguimos y paramos otra vez en el Puerto de Dungarvan
donde hay un castillo
y también un memorial a todos los Hombres de Waterford caídos en el Continente durante la Primera Guerra Mundial.
Cuántas pérdidas humanas 🙁
Fue una vuelta muy chula, bonitas carreteras y casi nada de tráfico.
Tendremos que volver de vez en cuando!!
Gracias a nuestro simpático guía por enseñarnos estas bonitas carreteras y sitios tan chulos!
V’s
Paseos
Full Irish Breakfast
Después de unos meses de parón forzado entre vacaciones, mudanza y tormentas seguidas, ese domingo 14 de febrero decidimos cambiar de aires, y qué mejor que desconectar yendo a desayunar como Dios manda a un rinconcito que hemos encontrado en Kinsale, que está muy bien porque sirven desayuno irlandés todo el día, así que aunque nos levantemos tarde, podemos desayunar igual.
Entonces nos levantamos, no tan tarde, y como no llovía y habían previsto seco, decidimos ir en moto. Con una sola moto, la mía, eso sí, las carreteras están en muy mal estado después de tantas lluvias, no muy aptas para las suspensiones de la SP2…
Así que tras vestirnos de cordura (Juan estrenaba chaqueta calentita y botas), a eso de las 10h cogimos la moto y pa’lla fuimos.
Desde nuestro nuevo hogar está un poco más lejos que antes, pero la carretera es buena. Solo pasé un poco de frío en los primeros kilómetros de vía rápida. Salimos con 4 gotas, pero enseguida paró, y salió un solecito de invierno que calentaba un poco.
La carretera para ir a Kinsale es muy agradable, disfruté del sol, del paisaje, y después de un rato ya estábamos en Kinsale.
Fuimos a desayunar. Full Irish Breakfast como no, compuesto de huevos, beicon, salchichas, champiñones, 1 tomate, morcilla blanca y negra, tostadas, mantequilla y mermelada. Con té para mí y con café para Juan.
Después de un buen rato con nuestro desayuno, Juan me dice que no tiene ganas de volver a casa, tampoco tiene ganas de pasear, así que nos quedamos un té\chocolate y nos quedamos un rato más.
Cuando terminamos, me dice que no tienen ganas de volver a casa (para que nos entendamos, “volver a casa” significaba sacar cosas de cajas para poder cocinar y cenar…).
Bueno, pues entonces podemos seguir dando vueltas con la moto y volver luego pa’ casa… Le dije que podíamos ir hasta “Old Head of Kinsale” donde estuvimos en nuestra primera salida juntos en mayo.
Así que pa’lla vamos. La carretera es muy bonita. Aunque en esta época del año y sobretodo con el agua que cayó estos últimos meses (no sé cuántas tormentas llevamos ya, pero espero que ya no hayan más! No hemos tenido casi nada de temperaturas bajas, pero lluvia a punta pala… que vale que llueve en Irlanda pero esto por lo visto es inhabitual.), hay que tener mucho cuidado con los baches que se transforman en cráteres, y sobretodo en la cercanía de las granjas, donde los tractores llenan la carretera de barro (entre otros) y está muy sucia.
Cuando llegamos al cruce que indica “Old Head”, nos encontramos con la carretera cerrada al tráfico, un Garda (policía) desviando el tráfico, y un montón de gente, mujeres, hombres y niños andando por la carretera. Resulta que había un “Fun Walk” para recolectar fondos para caridad, que justo daba la vuelta hasta Old Head. Nos dijo el Garda que podíamos llegar igualmente girando a la izquierda un poco más allá, pero probablemente concentrados para no atropellar a nadie, nos perdimos el desvío que llevaba a Old Head. Seguimos y después de un rato la carretera se volvió muy mala y sucia, y decidimos dar la vuelta.
Al final acabamos cogiendo la carretera “de siempre”, que bordea el Océano y tiene varias playas muy bonitas. A pie de playa, la playa había invadido la carretera (a pesar de las dunas), que estaba llena de arena, e incluso de guijarros. Paramos arriba de esta playa donde ya estuvimos unas veces. Había unos cuantos surferos surfeando las olas. Hacía un sol precioso, pero también mucho viento y la temperatura no estaba demasiado alta. Estuvimos un ratito tomando el sol y escuchando el sonido relajante del oleaje, y emprendimos la marcha de nuevo.
Seguimos ruta hasta Timoleague, donde estuvimos en la penúltima salida en noviembre.
Y ya que habíamos llegado hasta allí, le dije a Juan que podíamos seguir hasta la bonita playa de Courtmacsherry, y ya dábamos la vuelta pa’ casa. Y eso hicimos.
La playa de Courtmacsherry resultó estar completamente desprotegida del viento, y no hacía mucha calor… así que tampoco estuvimos mucho rato. Dijimos que ya volvíamos pa’ casa, por el camino más corto, por Bandon. Poco antes de la salida del pueblo nos cruzamos con dos moteros. Juan me dice “No era Jim la primera moto?”. Yo no había visto la primera moto (supongo que estaría mirando para el otro lado…). Y mientras me dice esto se acerca una Kawa verde con maletas… Finbarr! Lo pitamos, nos ve, ralentiza… y damos la vuelta para cogerlos. Paran en el hotel del pueblo, con chimenea tan acogedora… Qué bueno encontrarles por casualidad! Resulta que ellos habían previsto ir a un “Charity Run” pero llegaron tarde así que se fueron a dar una vuelta. Iban 4 motos, uno había venido de Galway para pasar el día.
Fuimos a tomar todos juntos tés y cafés mientras charlábamos de planes de vacaciones y nos poníamos al día de las noticias desde la última vez que nos vimos en diciembre.
Después de un buen rato disfrutando del calorcito del pub y de la compañía, ya tocaba volver…
Y como no podía ser de otra manera, nos unimos al grupo y volvimos por… el camino más largo, por donde habíamos llegado… Hicimos una pequeña parada más en Kinsale.
Seguía el sol calentando pero habían unos nubarrones muy negros en el horizonte…
Cuando empezaron a caer 4 gotas, decidimos que ya era hora de emprender el camino de vuelta, y nos despedimos y salimos.
Con todo esto llegamos a casa sobre las 17h… bien cansados pero lo que se dice desconectar, desconectamos…
A Full Irish Breakfast! / Un desayuno irlandés completo! 😉
V’s
Paseos
Península de Beara
El domingo 30 de agosto fuimos a dar una vuelta con las motos aprovechando que no habían previsto lluvia, y que no había road race en el calendario… La idea era ir a la Península de Beara, que es la justo antes del conocido y muy turístico “Ring of Kerry”.
La península acaba en una isla, “Dursey Island”: estuvimos allí el primer fin de semana de agosto pero en coche (la verdad es que estas carreteras se disfrutan mucho más con la moto).
Desde Dursey Island
Dursey Island
Vista a la Penísula de Kerry «Ring of Kerry»
La primera parte de la carretera para llegar es una carretera nacional ancha y en buen estado, y después se coge una secundaria hasta Kenmare que tampoco está nada mal.
En la primera parte todavía cerca de Cork hay un tramo recién asfaltado muy bueno, y que tiene unas vistas muy bonitas al “Iniscarra Reservoir”. Esa mañana el lago estaba completamente inmóvil, y con unos reflejos que eran una pasada. Paramos a hacer fotos.
Cerca de Kenmare encontramos un sitio muy bonito para comer nuestros bocadillos. Allí también el agua estaba sin una arruga con reflejos muy marcados.
Después de los bocadillos y las fotos seguimos camino ya entrando en la península por la parte norte, bordeando el mar y con vistas a las montañas de la península del Kerry (donde está la más alta de Irlanda, de algo más de 1000 metros, junto al mar).
Cogimos la primera carretera R574 que pasa por el puerto de “Healy Pass”. Es una pasada, no está casi transitada, tiene unas vistas tremendas a “Glanmore Lake”, a la península de Kerry y a las montañas que nos rodean. Paramos para hacer fotos y disfrutar del silencio, de la vista, de la PAZ que se desprende. En la primera parada estábamos en la entrada de un jardín con un señor cortando el césped. Se puso todo contento de ver que hacíamos fotos a las vistas que tiene desde su casa…
Después de llegar a la carretera al sur de la península y ya cansados, preferimos emprender la vuelta a casa y no seguir dando la vuelta a la península. Creo que cuando vuelva la buena temporada iremos a pasar un finde allí quedándonos en algún B&B de la zona, que hay bastante que recorrer y las carreteras no son malas.
Así que volvimos hasta Glengarrif y luego cogimos la R584 que es la que va a Gougane Barra (ver salida colorida), con muchas curvas, aunque algo bacheada en algunos tramos. En todo caso, en general, las carreteras secundarias en Irlanda no son para correr… sino para disfrutar del paisaje.
Llegamos a casa cansados pero contentos.
Península de Beara, habrá que volver para terminar de explorarla…
V’s
Paseos
Salida turística
El viernes Juan me dijo que había salida prevista para el sábado a las doce, con el grupo con el que ya salimos alguna vez. Nos parecía un poco tarde para salir, contando que anochece a las 17h, pero mejor tarde que nunca, y además nunca viene mal dormir un poco más 😉 .
“El Tiempo” había previsto un chaparrón a las 9h y después sol y nubes. Al final el chaparrón de las 9h cayó a las 10h, y después cayó otro poco antes de las 11h30… Pero a las 11h35 paró y salió el sol… ni hecho adrede oiga! Lo habían planeado todo. 😉
Así que a eso de las 11h40 salimos de casa con las motos para encontrarnos con el resto del grupo. Hacía tanto sol que reflejaba en el asfalto todavía muy mojado y no se veía un pijo.
Nos encontramos con el resto del grupo, Finbarr, Jim and Brendan. Esta vez no había ni una GS! 😉 Y tras repostar, salimos…
Finbarr había previsto una ruta que resultó ser muy turística, y las paradas fueron muy interesantes con sus explicaciones históricas sobre Irlanda.
Fuimos por unas carreteras primero de curvas anchas, que debe de ser muy bonita con los colores otoñales (que ya desaparecieron en su mayoría), y luego carretera más estrecha pero no menos bonita. Disfrutamos mucho del paseo.
La primera parada fue en Timoleague, donde están las ruinas de un priorato de monjes.
En Irlanda había muchas abadías, iglesias y castillos pero por desgracia muchos sufrieron del paso del tiempo y de las sucesivas guerras contra los ingleses, y se quedaron en ruinas. Finbarr nos contó que en los monasterios en general las ventanas solían ser pequeñas, excepto en una sala donde se reunían los monjes para escribir/copiar ejemplares de los textos sagrados, vidas de santos y otros libros. En este en particular fue escrito “The Book of Lismore” (en 1480). La abadía fue fundada por los Franciscanos en el año 1240 y fue destruida por el fuego por las tropas de Cromwell en 1642.
Las ruinas se han convertido en un cementerio, con tumbas (antiguas en su mayoría) alrededor pero también dentro de lo que fue la capilla y el resto de la abadía.
El sitio es muy bonito y con el sol que ahora brillaba con todo su esplendor, más aun.
Después de un buen rato en las ruinas, volvimos a las motos y no fuimos muy lejos, hasta Courtmacsherry, donde hay una playa muy bonita y también un hotel con un pub/restaurante muy acogedor. Allí estuvimos comiendo para reponer fuerzas antes de seguir camino.
Volvimos hasta Timoleague y cogimos la R600. Esta carretera bordea la costa y es una pasada de bonita. Hicimos una parada al lado de un pub con vistas tremendas a la bahía, “The Pink Elephant”,
otra parada para vistas al océano,
y ya seguimos hasta Kinsale donde paramos a tomar un té.
Allí estuvimos charlando con una pareja de moteros que había coincidido con Jim en el ferry de vuelta de su último viaje al continente. Después del té fuimos hasta “Charles Fort” arriba de Kinsale. Finbarr nos explicó también la historia de este fuerte.
Kinsale fue el lugar de la famosa “Battle of Kinsale” en 1601, donde tropas españolas lideradas por Don Juan de Aguila, vinieron a apoyar a las tropas irlandesas de Red Hugh O’Donnell y Hugh O’Neill contra las tropas inglesas de los Lords Mountjoy y Carew. Por desgracia la batalla fue perdida por la coalición hispano-irlandesa.
Era ya un poco tarde y el sol se estaba yendo, así que la visita al fuerte quedará para otra ocasión.
Ya volvimos a casa, por la R600; poco después de Kinsale es donde acaba/empieza el “Wild Atlantic Way”, más de 2000km de carretera que bordea la costa del sur al norte de Irlanda por el Oeste.
La carretera de Kinsale a Cork es bastante buena, aunque a esas horas estaba bastante transitada (por lo que hay por la zona claro, todo es relativo).
Hicieron bien en prever la salida el sábado porque el domingo diluvió hasta las 14h…
7 de noviembre: una salida muy turística!
V’s
Paseos
Salida colorida
Este domingo, gracias al cambio de hora y que el lunes era día festivo y podíamos dormir 🙂 , nos levantamos temprano para ver MotoGP. La verdad es que estas últimas temporadas vemos poco las carreras, por aburridas. Solemos ver alguna después cuando hay comentarios positivos sobre la carrera (es decir, 5 adelantamientos o 6 en las ultimas 3 vueltas…)… por lo demás nos quedamos con las road races (que por desgracia, excepto unas pocas, no se pueden seguir por internet).
Pero ese día había Pole de Pedrosa, y como es casi el final de la temporada decidimos verla. Tuvo su lote de emoción y polémica. Como la polémica me cansa, me quedé con el carrerón y victoria de Dani, que por fin ha recuperado su mejor nivel. A ver si hay suerte la temporada que viene.
Eso dicho, la carrera y su resultado nos despertaron del todo, y como era temprano y que el día no pintaba mal, decidimos salir con las motos.
Tuvimos que retrasar la salida unos minutos porque una nube decidió descargar justo en ese momento. Pero no duró.
La idea del día era aprovechar la salida para hacer fotos de los colores de otoño. Siempre me han encantado y es complicado porque llegan de un día para otro y se van en una semana o incluso menos si hay mucho viento o lluvia (ambos siendo habituales en Cork…). Así que si te pierdes una semana ya no hay hojas y ya no hay colores…
Como no conocemos aun muchos sitios por aquí, y que en Irlanda no hay muchos bosques, decidimos ir a un sitio donde estuvimos en Junio (crónica aquí), Gougane Barra, a unos 70km de casa, una hora más o menos.
La carretera para ir es muy agradable, la primera parte bastante rápida, y después es una carretera no muy ancha y algo bacheada pero con curvas bonitas. En otoño es preciosa, muchos de los setos que la bordean se visten de otoño, y como había llovido, el olor a hojas mojadas y madera impregnaba el camino. Abrí la visera para disfrutarlo mejor.
La vista alrededor de la carretera era una pasada, las montañas que en verano parecen de terciopelo verde se tiñeron de marrón rojizo, anaranjado o amarillento, los árboles que bordean los campos cultivados se vuelven amarillos, y los jardines se tiñen de rojo, amarillo, naranja o verde clarito, un arco iris de árboles.
Paramos una primera vez al borde de la carretera el tiempo de una foto y seguimos camino.
Con carreteras tan estrechas y con tantas curvas no me puedo parar a hacer fotos tantas veces como quisiera porque no hay sitio (y Juan lo agradece 😀 ).
Al final llegamos a Gougane Barra. Algunos árboles ya habían perdido sus hojas pero los colores no tenían nada que ver con cuando estuvimos allí en junio. El cielo estaba nublado en su mayoría (de hecho llovió un poco cuando llegamos), y como suele pasar, la luz era muy complicada para hacer fotos. Las hice igualmente 😉 .
Al cabo de un rato llegó una decena de Porshe 911 de casi todas las épocas y aparcaron en fila a lo largo del parquin que bordea el lago. Una bonita estampa 😉 .
Cuando llegamos allí Juan tenía mucho hambre (eran las 10 y pico y habíamos desayunado a las 7h…), y teníamos pensado re-desayunar con Irish Breakfast (que nos sirve también de comida…). Pero la cafetería y el hotel junto al lago estaban cerrados. Tocó aguantar el hambre…
Después de la sesión de fotos dimos la vuelta (la carretera acaba en un parquin de pago, que es el principio de unos caminos de senderismo por el parque natural. Se puede aparcar gratis un poco antes…). Al siguiente cruce decidimos tirar dirección Bantry, en la costa, indicado a 22km, y parar en cuanto encontráramos un sitio para desayunar. Esta parte de la carretera también era muy bonita. Estuvimos a punto de parar en un pub que indicaba “parquin detrás” pero nos saltamos la entrada y estábamos en un sitio chungo para dar la vuelta así que tiramos. Fuimos hasta Bantry, y nos perdimos por sus calles. Estaba el pueblo petado de coches; por lo visto había un rally de coches que pasaba por allí, y era un caos para circular. Y no me creeréis pero no encontramos ni un pub abierto! Evidentemente, mi moto decidió que era el mejor momento para darme problemas con la bujía delantera. Mi moto da un solo problema, recurrente cada vez que llueve mucho (y como llueve poco… 😉 ), el guardabarros delantero es demasiado corto y cuando pillamos mucha lluvia (como fue el caso en una salida hace algo más de un mes), entra agua por el agujero de la bujía delantera, se estanca y la moto se queda en un solo cilindro. Así que a baja velocidad, como es cuando te atascas en un pueblo, se cala cada dos por tres.
Al no encontrar sitio para comer, decidimos dar la vuelta. Nos perdimos, dimos otra vez la vuelta. Había visto un pub después del último cruce donde dejamos la carretera bonita. Volvimos hasta allí. El restaurante sólo abría por la tarde a partir de las 5.30… Así que decidimos volver al primer pub que habíamos pasado en la carretera de Gougane Barra. Esta vez encontramos el parquin detrás y el pub estaba abierto y servían comida! Con todo esto ya se nos habían dado las doce… Cogimos un plato de cordero con una coca cola cada uno. El plato típico en salsa “gravy” acompañado de puré de patatas y verduras frescas (zanahorias, nabo y brócoli) sin condimentar (hervidas en general, no saben demasiado…). Comimos muy bien. Juan acabó con un heladito como siempre 😉 y nos fuimos.
Ahora que ya no había llamada del estómago, podíamos tomar tiempo de parar a hacer fotos otra vez 😀 .
Hicimos un par de paradas más. La verdad es que los colores eran increíbles a pesar de la mala luz.
De la segunda parada huimos literalmente porque se estaban acercando muy rápido unos nubarrones bastante feos.
Al final llegamos a casa sobre las 15h30, solo pillamos un pelín de lluvia ya de vuelta a la carretera principal, pero llegamos secos.
25 de octubre: una salida colorida. 😉
V’s
Paseos
Sola sin rumbo fijo
El sábado tocaba salida en solo. No pasa a menudo porque por suerte comparto las salidas con Juan casi siempre, y hacemos salidas en grupo de vez en cuando. Pero ayer a él le tocaba “trabajar” excepcionalmente. Como llevamos 2 semanas sin lluvia y que no pasa a menudo, pensé que había que aprovechar mientras durara, que estamos en Irlanda y a principios de octubre, el veranillo no dura para siempre.
Así que a eso de las 10, salí con la moto.
Tenía previsto “visitar” una pequeña península al este de Cork, donde ya habíamos ido con el coche en una ocasión, y que tenía muy bonitas vistas.
La primera parada fue en el lago de Rostellan con bonitas vistas al pueblo.
La segunda para hacer una foto a algo que me encanta en Irlanda: los setos que bordean las carreteras y se juntan arriba haciendo túneles de vegetación.
La idea era ir hasta “Roche’s Point”, un cabo donde habíamos ido un atardecer de julio:
Pero me perdí la intersección, no había indicaciones, o las indicaciones que había no correspondían con mi mapa.
No tenía punto de llegada particular (aparte del cabo que no encontré), solo la idea de coger la carretera más cerca de la costa posible. Me perdí varias veces, di la vuelta varias veces, una de ellas porque acababa de pasar una pequeña intersección donde había un cartelito escrito a mano en papel y plastificado que indicaba “CLIFF WALK”- paseo por acantilados, así que pa’lla fui. Acababa la carretera en un parquin de tierra y piedras (lo ideal para maniobrar mi moto). Aparqué la moto como pude (tuve que bajarme para maniobrarla, si me caía no había nadie para ayudarme). Solo había un coche aparcado y un tractor arando en el campo colindante, con un montón de gaviotas siguiéndole. Bajé a una playa con muchas algas, arena, rocas y una concentración de gaviotas surferas. También había un pescador solitario un poco más lejos.
Me quedé un rato disfrutando del sonido de las olas (y de las gaviotas) y viendo las gaviotas jugar con las olas. Estos sitios desprenden mucha Paz.
Después de un rato seguí mi ruta. Después de varias vueltas por carreteras no muy adecuadas para mi moto, y después de perderme varias veces, finalmente llegué al puerto de Ballycotton. Toda la mañana el cielo había sido nublado, con una luz muy complicada. En Irlanda muchas veces cuando hay nubes el sol está muy cerca detrás y hay una luz que hace las fotos difíciles.
Aparqué la moto en el puerto, donde había muchos pescadores. Y estuve un rato haciendo fotos.
A cabo de un rato vino un chico que me preguntó si era mi moto. Cuando le dije que sí (tampoco había ningún motero más alrededor…), me dijo que él tenía una Fireblade y que preguntaba porque hacía mucho tiempo que no veía una chica con su moto y que entonces se preguntó si era irlandesa… Le contesté que bueno, yo vivo aquí pero no soy irlandesa… me dijo “Ah bueno entonces esto lo explica todo” y se volvió a su caña de pescar…
Mientras estaba en el puerto despejó el cielo, salió el sol y la luz fue mucho mejor. En cambio empecé a tener problemas con el objetivo grande de la cámara que ya no enfocaba. Seguí con el pequeño.
Intenté ir a comer en un pub del pueblo, pero solo servían bocadillos y la verdad es que sirven bocadillos de cosas raras (le echan cheddar al pollo y esas cosas) y no me apetecía, así que seguí ruta sin comer.
Llegué a un pueblo, di la vuelta, me metí por una carretera, me crucé con un señor trabajando que me saludó sonriendo, y llegué a… un par de casas donde acababa la carretera… (no había ningún cartel indicando que era un callejón sin salida…). Así que di la vuelta en la entrada de un jardín (con gravilla como no), volví a pasar delante del señor y volví a la carretera principal para seguir ruta.
Acabé en otra playa de arena esta vez, con dunas y también un parquin de tierra y piedras donde hice algo de motocross para dar la vuelta, y paré solo para hacer un par de fotos. Era muy bonita pero no sé si volvería a encontrar el camino para llegar…
Un poco más lejos paré en un pueblo a repostar, comprar unas patatas fritas y una coca cola. Al salir de la tienda me pregunta un señor mayor “y dónde está su moto?”, se la enseño y me dice, “una Suzuki, qué es una 350?” “no, una 650”. “Oh, esto es muy grande para una mujercita como Ud, hay que tenerle mucho respeto”… Tras 2 minutos de intercambio me fui al lavabo y cuando volví estaba al lado de mi moto y prosiguió. Me dijo que había tenido moto allá en los 70, que le gustaba mucho pero que tuvo un accidente y le salvaron unos arbustos. Me dijo que había un muy buen mecánico en Midleton. Estuvimos charlando un rato y nos despedimos deseándonos buen día.
Al poco de salir del pueblo me encontré detrás de un tractor con un remolque lleno de patatas, tan lleno que de vez en cuando con los pocos baches de la carretera, salía una patata disparada… Guardé distancia prudente hasta que lo pude adelantar. Al siguiente cruce me dí cuenta que no estaba yendo por el buen camino, así que giré en otra carretera que indicaba el pueblo donde había repostado… Una carretera con vistas muy bonitas.
El cielo se estaba nublando bastante e incluso cayeron un par de gotas. Al final llegué a un cruce con una carretera en mucho mejor estado que indicaba a la derecha Knockadoon. El ultimo «pueblo» costero hasta volver a la carretera general. Llegué a un pequeño puerto con una especie de campamento de unos dominicanos. De allí salía un paseo por arriba de los acantilados. No había nadie. Solo gaviotas ruidosas. Me senté en un banco frente al mar al principio del paseo para comer mis patatas y tomarme la coca cola. La luz estaba otra vez muy difícil para las fotos, pero la vista seguía muy bonita para los ojos. Y otra vez, solo el sonido de las olas en las rocas, la mar estaba muy tranquila.
Después de un buen rato volví a la moto y emprendí el camino de vuelta. La carretera estaba en mejor estado y fui directo hasta Youghal donde recuperé la carretera general de vuelta a casa. Llegué a las 16h, un poco cansada pero muy contenta.
Me gustó mucho la salida sin rumbo fijo, perdiéndome varias veces pero sin que importara.
Y siempre me encanta cuando te encuentras con un señor mayor que te cuenta que también tuvo moto y siempre tuvo un accidente: aunque éste se había salvado con arbustos, otros te hacen una lista de todos los huesos que se rompieron. Esto nos pasaba en España y ahora también en Irlanda 😉 .
No salgo sola a menudo y eché de menos compartir mis “aventuras”, pero me lo pasé muy bien. Espero que tarde el mal tiempo en llegar y que podamos hacer alguna salida más antes de que llegue el invierno.
V’s
Paseos
Crónica de un mes de junio completito
El mes de junio no empezó muy bien, con un lunes 1 festivo pero con tormenta del quince.
Por suerte solo era el último « coletazo del invierno », y el resto se pareció más bien a la primavera.
El primer domingo de junio habíamos quedado con un grupo de moteros que Juan había conocido en una gasolinera nada más bajarse del ferry con su moto en marzo, y con los que ya había hecho una salida en abril por el “Ring of Kerry” antes de que llegase.
Quedamos primero con uno de Cork y pasamos a recoger a otro camino de Limerick, donde nos íbamos a encontrar con el resto del grupo.
Quedamos en un pub donde nos tomamos un Irish Breakfast mientras esperábamos a los otros.
En total éramos unas 12 motos. Aparte de las nuestras, una Deauville y una VFR800, todas las otras eran BMW GS… Tod@s eran gente que viaja bastante, con un viaje al continente de unos 10 días cada verano. Había otra mujer piloto, con una GS rebajada, muy cómoda la verdad… pero me quedo con la mía.
Empezamos la ruta entonces por carreterucas en los montes arriba de Limerick. Las carreteras eran bastante adecuadas para las GS, pero no para las nuestras… Algunas se parecían más a “caminos asfaltados” (con hierba en medio, zarza por los lados, y sitio para un solo coche- por suerte estaba tan perdido que no nos cruzamos con ninguno…) que a carreteras pero las vistas eran muy bonitas y la verdad es que lo pasamos muy bien.
Hicimos alguna parada para descansar y también para comer y aprovechamos para charlar con esta gente.
Entre pitos y flautas y vuelta y vuelta, estuvimos unas doce horas encima de la moto. Acabamos un tanto machacados pero felices.
El fin de semana siguiente había preparado una ruta completita hacia una de las numerosas penínsulas de la zona. Esta era “Mizen Head”.
La idear era ir “recto” y directo hasta Baltimore y luego coger la carretera del “Wild Atlantic Way” hasta Mizen Head.
Pueblo donde nacieron los padres de Henry Ford
Nos acompañaba un compañero de curro de Juan con una BMW R1200GSlc. Nos hizo coger un desvío que llevaba a un sitio muy bonito donde paramos un rato. Por desgracia los 2 bares del pueblo estaban cerrados aun.
Glandore
Seguimos ruta hasta Baltimore, un bonito puerto que recordaba alguno que otro puerto asturiano, y paramos a re-desayunar con Irish Breakfast claro.
Estaba estacionado en la bahía un mega yate con helicóptero. Un lugareño contó que era un barco que se solía alquilar a gente con mucho dinero y circulaba un rumor diciendo que estaba George Clooney. No nos invitaron a comprobar… De hecho el barco parecía bastante vacío.
Después del desayuno nos fuimos hasta el cabo más próximo donde las vistas a la bahía eran una pasada.
Luego seguimos camino en busca de Mizen Head. Llegamos a una playa tan bonita (arena blanca y agua azul turquesa) que el compañero de Juan que nos guiaba se saltó el cruce para Mizen Head y acabamos en el pueblo de Crookhaven donde se acababa la carretera, así que dimos la vuelta y volvimos al cruce para coger la carretera correcta.
La carretera a Mizen Head tiene vistas preciosas, entre otras a una playa de arena blanca y aguas turquesas (sí sí), aunque no paramos porque estábamos siguiendo a nuestro guía.
Llegamos a Mizen Head donde hay un gran parking y un restaurante, y entrada para ir andando hasta el punto más al Sur de Irlanda. Tiene un puente que debe de ser impresionante pero no fuimos esta vez porque 1-Juan tenía hambre y prefería gastarse el dinero en un fish&chips que en paseo 2-No teníamos calzado ni equipamiento para andar en el sol durante no sé cuántos kilómetros. Así que ya volveremos otro día para ir al punto más al Sur de Irlanda…
Hacía temperatura excelente y sol, perfecto para paseo en moto, y también para comer un helado disfrutando del paisaje.
Después de un buen rato disfrutando de las vistas y del solete, se fue el compañero de Juan, y al poco nosotros también emprendimos la marcha.
Paramos donde no habíamos podido parar a la ida, aunque el agua ya no era tan turquesa porque estaba subiendo la marea. Pero era bonito igual.
Volvimos por un camino más directo. Al final no hicimos toda la vuelta planeada pero descubrimos sitios muy chulos que no hubiésemos conocido sin un lugareño.
También este día llegamos tarde a casa, pero con la cabeza (y la cámara lol) llena de bellas imágenes.
El fin de semana siguiente tocaba otro tipo de entretenimiento. Íbamos a ver una Road Race. La crónica aquí…
El último finde de junio empezó el viernes. Ya sé, siempre empiezan el viernes después del curro pero esta vez empezó realmente el viernes. Juan me llamó por la tarde diciendo de comprar para hacer bocatas. Cuando llegó a casa, nos vestimos de moto, preparamos bocatas y nos fuimos, los 2 en mi moto, hacia un destino sorpresa (para mí).
Después de ¾ de hora por carretera un tanto incomoda, sin trajes de agua (no sé cómo se nos ocurrió salir en moto sin trajes de agua en Irlanda…) y con nubes feas en el horizonte, me preguntaba si realmente había sido buena idea…
Pero 15mn después, y sin lluvia, llegamos al paraíso: se acababa la carretera frente a un lago, unas montañas y una capilla. Nos tomamos el picnic y salió el sol de detrás de las nubes, arriba de la montaña. De hecho el sol hizo que la luz hiciera difíciles las fotos, estábamos a contraluz todo el rato.
Después de la cena dimos un paseo hasta la capilla e hicimos fotos.
Estuvimos un buen rato allí, el sitio daba mucha paz.
Pero había que volver antes de que se hiciera demasiado de noche, más que nada para evitar los baches (que muchas veces no se ven de día así que de noche menos) y los animalillos que cruzan la carretera cuando baja el sol…
Recorrimos los 70km hasta casa, felices…
El domingo había pensado hacer una ruta guapa pero el sábado nos dimos cuenta que no funcionaban las luces de cruce y estuvimos toda la tarde (llovía) intentando encontrar y corregir el fallo. Al final Juan lo encontró y corrigió pero al querer conectar otra vez los puños calefactables (que llevan ya años sin funcionar pero que nunca sacamos), volvió a fallar todo y saltó un fusible. En fin, paso los detalles, pero al final el domingo fuimos a comprar fusibles y terminamos de arreglarla. Ya tengo otra vez moto con luces. Espero que dure.
Un mes de junio completito, con paisajes bellos, road races, y más sitios de encanto. Como estar de vacaciones cada finde! Hay que aprovechar el solete mientras dure, que estamos en Irlanda!!!
V’s
Paseos
10 años con Ella
Hace 10 años compraba mi SV650S. Los primeros 5 años fueron los más ricos en kilómetros ya que pasé de los 100.000 incluyendo trayectos al trabajo, paseos de fines de semana, y vacaciones, principalmente por España (Cataluña, Galicia y Asturias y con alguna incursión al Sur : Cazorla y Almería) y Francia (Lyon, Marsella, Perpignan).
Luego vino un año de vacas flacas y luego el movernos a París, donde es todo plano y recto a 400km a la redonda… Allí empecé a pensar como Tiramillas y algún otro Zomamotero conocido “no arranco la moto para hacer menos de 500km”, pero más por necesidad que por elección 😉 .
En 4 años que estuvimos allí aprovechamos algun fin de semana largo para descubrir el Massif Central, la «Champagne» (Reims) y Alsacia, en la frontera con Alemania.
También tuvimos 2 años unas vacaciones como muchas veces las soñé, con las motos, las 2, descubriendo sitios, gente y haciendo muchas fotos de paisajes… En Irlanda por nuestro viaje de novios y en la República Checa y Austria el año pasado; y claro, que no falte: viendo Road Races. 🙂
En estos otros 5 años tras el cumpleaños de los 100.000, he hecho… 38.000 km. Pero la verdad es que uno se da cuenta de la importancia de algo en su vida cuando le llega a faltar. Nos pasó con las motos. El no poder coger la moto para hacer unas curvitas para desconectar se echó mucho de menos (aunque ya bien sabemos que no es una cosa “básica” para vivir claro).
En estos 10 años y 138.000km no he tenido ningún problema mayor con ella:
-El problema de cuando llueve mucho y mucho rato y le entra agua en el hueco de la bujía delantera, quedándose en 1 cilindro (entonces durante rato tengo una SV325…)
-He pedido reglaje de válvulas por segunda vez hace un mes, y estaban aún en su sitio…
-He cambiado:
*El amortiguador trasero
*Los resortes de la horquilla delantera
*El asiento tras el primer viaje en ferry donde se terminó de fastidiar con las correas para atar la moto que apretaron demasiado.
*El embrague hace 4 años para evitar problemas y porque preferíamos hacerlo con un mecánico de confianza antes de irnos de España.
Ahora la moto me da algún problemilla probablemente debido a que cascó la junta del cilindro de atrás del escape, y no se ajusta bien la inyección. La junta “se fue” al poco de llegar a Irlanda. Tenemos que llevar la moto al mecánico para que ponga una nueva y ver si se soluciona el problema o si hay algo más.
En 10 años y 138.000km, la SV recorrió 9 países y está a punto de conseguir su tercera matrícula de residencia en un país 😉 .
Ha posado delante de muchos paisajes muy bonitos y ha inspirado unas cuantas crónicas compartidas con mis amigoZ.
Espero que podremos seguir juntas muchos años más, ya que no me convence ninguna de las motos que van sacando al mercado y si me llegase a fallar, no sé por cuál la podría sustituir!
De momento y una vez resuelto el pequeño problema, seguirá posando, espero delante de paisajes irlandeses.
Y qué mejor para celebrarlo que dar un pequeño paseo cerca de casa, el día de nuestro aniversario (4 de mayo que era festivo):
Camino a Old Head R604 desde Kinsale
Old Head of Kinsale
Parada comida sana: Fish&Chips
R600 cruce L6098
V’s