Viajes
Crónica de Viaje de Novios- Tercera semana
Si os habéis perdido la primera semana es aquí:
Crónica de viaje de novios- Primera semana
Y la segunda aquí:
Crónica de viaje de novios- Segunda semana
El lunes teníamos que emprender otra vez ruta, para nuestra tercera semana, en el Sur de Irlanda. 547km, 6 horas según Google…
Aquí el mapa completo de la ruta por Irlanda (sin contar las pequeñas rutas en cada zona):
Ruta sin incidente, algún chaparrón, cortos pero numerosos, alguno un poco fuerte!!! Un poco de estrés porque no habíamos repostado antes de salir (culpa mía) y hemos hecho más de 100km sin ver una gasolinera… hasta que Juan tuvo la buena idea de enchufar el Tom Tom (donde había tenido la buena idea de registrar las gasolineras antes de salir…) y de salir de la autopista. Llevaba en la reserva más de 20km, 230km recorridos desde el anterior repostaje…
Llegamos a nuestro destino Killarney, co. Kerry, hacia el final de la tarde, bastante cansados por el viaje y la lluvia. Esta vez estábamos en Bed & Breakfast.
Al día siguiente vimos allí también unos bonitos paisajes con la carretera de “The Ring of Kerry”, una carretera con muy bonitas vistas, montañas, mar y lagos también…
por desgracia algún tramo está realmente en estado lamentable y los últimos 60km atascados detrás de un coche a 60km/h y luego un camión, sin posibilidad de adelantar acabó con nosotros muertos después de casi todo el día en moto…
Nuestro último día fue lluvioso, así que aprovechamos para ir de compras “recuerdos” por el pueblo, que era muy turístico.
Nuestro mejor momento fue nuestra primera noche en un pub, con una buena charla con un lugareño.
Por desgracia se van acabando las vacaciones, y el tiempo es triste.
Salimos el jueves por la mañana con destino Rosslare, 260km, 3h30 según Google. Un poco más en realidad, con lluvia casi toda la mañana. Paró justo antes de comer, en Waterford, y conseguimos llegar bastante secos.
Los propietarios del ultimo B&B eran muy acogedores (además de ser moteros). Para la cena fuimos a un pub cercano que estaba a reventar de gente (19h), así que para hacer tiempo (no teníamos hambre todavía) nos tomamos nuestra última pinta de Guinness para Juan y Bulmers para mí.
La cena fue muy buena y las camareras muy simpáticas. Tanto que volvimos allí al día siguiente para comer antes de coger el ferry.
El viaje de vuelta fue para mí (y por lo tanto para Juan) bastante menos agradable que la ida, el mar estaba un tanto agitado y me puse malita…
A la llegada a Cherbourg, nos tuvimos que volver a acostumbrar a conducir por la derecha, y volver a las viejas costumbres… un pobre Irlandés apenas desembarcado habrá pagado por las buenas costumbres francesas… primera vía de 2 carriles limitada a ¿? (no ví la señal), nos cruzamos con un motero que nos hace señas que ralenticemos. Segundo tramo de 2 carriles limitado a 90 (no se sabe porque), respetamos el limite… y llega un coche irlandés que nos adelanta a 110-120…. De golpe salen de la nada dos gendarmes en moto y lo persiguen y le obligan a acompañarles en la siguiente salida… Welcome to France!!! Bienvenidos de vuelta a la realidad, fin de las vacaciones…
Llegamos a casa sin problema por carreteras aburridas, y un día de sobra para descansar.
Me acordaba de Irlanda como un país muy bonito y gente muy acogedora, y he vuelto a encontrar un país maravilloso con gente maravillosa… esperamos poder volver pronto.
Viaje de novios: 3599,3km de felicidad.
V’s
Road Races
Crónica de viaje de novios- Segunda semana
Después de una primera semana de viaje de novios en el Connemara, el lunes siguiente, con la cabeza llena de paisajes, salíamos por unos 380km- más o menos 6 horas de ruta.
Las carreteras irlandesas son muy variadas: tenemos tramos de Nacionales muy muy anchos, con sitio para 3 coches y un arcén tan ancho como un carril, de cada lado, lo que hace que la gente adelanta aunque vengan coches de frente (lo que es un tanto sorprendente…). Los vehículos más lentos en general se echan al arcén para dejar pasar a los otros. En general la gente lo agradece poniendo las luces de emergencia.
Luego tenemos carreteras, también “Nacionales” mucho más estrechas, sin arcén, pero que también están limitadas a 100km/h! Solo un enfermo iría a esta velocidad por estas carreteras! Bueno, se mata vamos! A menudo la parte más a la izquierda está en muy mal estado y más vale ir por la parte derecha del carril.
Finalmente, hay tramos realmente en muy mal estado, con socavones y baches para romper la horquilla, la espalda y todo lo demás, a menudo también limitados a 100. Visto el estado de las carreteras marcadas en rojo en los mapas Michelin, hemos intentado evitar las marcadas en blanco (salvo error de orientación 😉 ).
También hay que contar con lo obligatorio de Irlanda: las ovejas… que fácilmente puedes encontrar cruzando una nacional limitada a 100km/h en buen estado.
Todo esto (menos los baches a acabar en el suelo) hace el encanto de Irlanda…
Entonces ya nos vamos camino de Irlanda del Norte, que no conocía (la última vez que estuve en Irlanda las cosas allí no estaban muy para hacer turismo. Por suerte los tiempos han cambiado). Ruta sin demasiado problema y sin lluvia. Llegamos a final de la tarde a Armoy, destino de nuestra segunda semana, también con una casita de alquiler. Esta vez unas antiguas cuadras transformadas en casitas. La nuestra era muy chula.
Después de una visita al pueblo para comprar algo para sobrevivir la noche, descansamos un rato. Ya iremos a comprar al día siguiente a Ballymoney.
A la tarde siguiente visitamos el Jardín Memorial de Joey Dunlop y de su hermano pequeño Robert, que nacieron en Ballymoney: el ayuntamiento, entre otros, les homenajearon con este bonito jardín.
El miércoles hicimos la única visita turística de la semana, por falta de tiempo. The Giant’s Causeway (La Calzada de los Gigantes) es un sitio protegido y muy particular con unas formaciones rocosas muy especiales de origen volcánico y puestas al descubierto con la erosión.
Bueno, a la vista de mi descripción tan aburrida, mejor dejo hablar las fotos…
Por la noche en el pueblo había un show de motos de colección organizado por la AMRRC, el club que organiza la “Road Race” desde hace 4 años en este pequeño pueblo, y razón principal de nuestra elección como destino de nuestra segunda semana.
Armoy es el pueblo donde vivía Joey Dunlop, su hermano Jim y sus amigos Frank Kennedy y Mervyn Robison, que formaban la llamada en la época “The Armoy Armada”, 4 amigos con pasión por la moto y muy buenos pilotos. Armoy era por aquel entonces el lugar de puesta a punto y entrenamientos (ilegales claro) para las carreras. El pueblo ha dedicado un parque a su memoria (el único que sigue vivo es el hermano Jim Dunlop), con una estatua de una moto y una reproducción en el suelo de los circuitos de Armoy y de la NorthWest 200.
Hace 5 años, el Club dirigido por el hermano de Frank Kennedy, Bill Kennedy, decidió de organizar una Road Race en el circuito que utilizaba “The Armoy Armada”.
Aquí estamos entonces viendo bonitas motos, en un ambiente familiar (todo el pueblo está allí) y la gente del club súper acogedora y simpática, que nos invitaron al café/bocata, y luego a ir al pub de enfrente donde hemos podido charlar con unas cuantas personas muy majas.
El jueves fuimos hasta el Museo de Ballymoney donde había un homenaje a “The Dromara Destroyers” 4 hombres de un pueblo vecino que en los tiempos de Joey Dunlop competían en carreras contra “The Armoy Armada”. Seguimos con una visita al Museo donde había una exposición sobre Joey Dunlop y las Road Races en general.
Para terminar guapamente, fuimos a hacer una visitilla al Pub de Joey Dunlop, que sigue siendo de la familia y el hijo mayor de Joey estaba en la barra.
Por fin llega el viernes… día de entrenos.
Por la mañana fuimos primero a hacer unas fotos a “The Dark Hedges”, una carreterucha bordada de hayas, que el fotógrafo Stephen Davison inmortalizó en su precioso libro “Between the Hedges” (altamente recomendado para los fans de Road Races o para hacerse fan).
Después de una buena sesión de fotos y una comida tranquila, fuimos hasta el pueblo y andamos por el circuito para intentar llegar a la última curva antes de la línea de meta. Por desgracia nos dejamos sorprender por el anuncio del cierre de las carreteras mientras estábamos paseando por el paddock.
Empezamos a correr para llegar hasta la curva en cuestión, pero es demasiado tarde, así que paramos en un campo abierto a los espectadores con un bar y un camión de fish & chips. Al final no está tan mal!
Los entrenos duran toda la tarde, la velocidad es impresionante. Hay un ligero bache en curva leve delante de nosotros, que hace que los pilotos pasan literalmente a una rueda en este punto. Pero lo más impresionante es la velocidad a la que van en ESTA carretera! Con sus bocas de alcantarilla, los postes de electricidad, los baches, y las no-escapatorias por los lados…
Guy Martin
Nos lo pasamos pipa haciendo fotos, una tarde estupenda con bastante gente que se para a hablar con nosotros, los vecinos que te invitan a una cerveza…
Hacia el final de la tarde, por desgracia empezó a llover, un buen chaparrón de más de una hora que obligó la organización a parar los entrenos, y finalmente a posponerlos al día siguiente. Volvimos al paddock bajo la lluvia (de hecho, teníamos acceso por el interior del campo cuando la carretera estaba cerrada…) mientras decidían qué hacer con los entrenos. Allí vimos a Guy Martin y Michael Dunlop (que conociéramos vamos), todo está abierto al público, se pueden ver a los pilotos y las motos sin problema.
Una vez la carretera abierta otra vez, pudimos volver para cenar y descansar, para estar frescos para el gran día.
Sábado es el gran día. Salimos con antelación esta vez, para no hacer la misma tontería del día anterior con el cierre de las carreteras. Encontramos un sitio estupendo en “Acheson’s Leap” con una vista tremenda a un cambio de rasante…
Charlamos con nuestros vecinos de muro (estamos en un terreno en venta, detrás del muro del jardín, a 2 metros de la carretera) mientras esperamos a que empiece.
El día empieza con los entrenos que no pudieron hacer el día anterior por la lluvia. El día es soleado, con buena temperatura 23-25°C, y alguna nube de vez en cuando.
En este punto también la velocidad es impresionante, y los saltos también, es genial. Estamos realmente cerca de los pilotos.
Y por fin empiezan las carreras, 10 en total. El número de vueltas de alguna carrera ha sido reducido para poder hacer los entrenos que faltaban y luego las carreras.
Las carreras son simplemente impresionantes, de locura, la velocidad, las condiciones de la carretera, la proximidad, el ambiente. Para mi gusto realmente mucho más apasionante que MotoGP (tampoco es criterio de excitante últimamente…) o Superbikes, o cualquier otra carrera que haya podido ver en circuito. Además de ser mucho más fácil para hacer fotos chulas sin tener una cámara profesional 😉 .
Nunca he dicho tantas veces “buahhhh” en vida… el viernes y el sábado, nuestros vecinos nos preguntaban “es vuestra primera vez no?” 😀
Ahora las fotos:
Doc John
Guy Martin
Davy Morgan
Andy Farrell
Jamie Hamilton
Rodney Patton & Jeremy Mc Williams
Michael Dunlop
Davy Morgan
Derek Mc Gee
William Dunlop
Michael Dunlop
Lo único “malo” es que como no conozco (todavía) los pilotos, no es lo mismo para seguir la carrera que cuando conoces y esperas a que tal o cual pase y vuelva a pasar. Pero en cambio, aprovechas bastante el espectáculo, los saltos, los adelantamientos, las acciones de carrera, también si los tíos no son los mejores (bueno, se veía igualmente bastante la diferencia de nivel entre los primeros y los últimos).
En resumen, por la proximidad, la velocidad, el ambiente, para mi es la mejor manera de vivir las carreras de motos. Armoy es una “pequeña” carrera, el circuito es corto (3.03miles = 4,9km), organizada por gente del pueblo (también pequeño: 414 habitantes según la Wikipedia), muy bien organizado, y los pilotos no tienen la presión del TT de la Isla de Man y son probablemente más accesibles.
La gente de allí nos dijo que, aparte de volver a Armoy 😉 , teníamos que ir al Ulster Grand Prix (mas que la NorthWest 200 que es más turística), y claro, al TT de la Isla de Man.
Los pilotos son chicos y hombres de todas las edades, y gente apasionada realmente. Visto el importe de los premios, hay pocas posibilidades de vivir de ello; más bien deben de gastarse bastante más de lo que ganan… un hombre de allí nos dijo que algunos pilotos devuelven el importe de los premios a los clubs organizadores.
En fin, esperamos poder volver pronto…
Las carreras terminaron sobre las 17h, la carretera volvió a abrir y fuimos a dejar nuestros bártulos antes de volver al pueblo a por un par de pintas o tres… Allí otra vez charlamos con gente muy maja durante un par de horas o tres… antes de finalmente decidir ir a casa. Al pasar delante del segundo pub del pueblo, un chico con él que habíamos charlado antes en el otro pub nos llama. Cruzamos. Michael Dunlop estaba allí tomando una cerveza y charlando y pudimos charlar un rato con él, y hacernos una fotos muy malas con el móvil (el móvil no se decidía a hacer la foto). Una charla muy simpática con un chico muy majo.
En fin, tuvimos que volver a casa… sin muchas ganas…
El domingo llovió casi todo el día… así que aprovechamos para descansar…
El lunes teníamos que emprender otra vez ruta, para nuestra tercera semana, en el Sur de Irlanda. 547km, 6 horas según Google…
Continuará…
Viajes
Crónica de viaje de novios- Primera semana
Este año 2013 nuestras vacaciones eran un tanto especiales ya que hacíamos nuestro Viaje de Novios. Destino: Irlanda. Porqué? Yo he ido 3 veces a Irlanda (cuando era joven), la última por una temporada de 7 meses cuando era estudiante como « chica au-pair », y tenía tan buenas memorias que me había prometido volver algún día. Y tenía ganas que Juan conociera también a este país para poder compartir con él mi amor por este país. Era la ocasión!
Habíamos previsto ir con las 2 motos, también era la ocasión dados los gastos multiplicados.
Hemos tardado un poco en la preparación del viaje, compra de maletas para la SV, puesta al día del mantenimiento de las motos, preparaciones diversas para el viaje, listas interminables de cosas que no tenemos que olvidar (eso soy yo…).
Antes de conocer a Juan siempre tenía mis cosas listas con mucha antelación… pero desde hace ya un tiempo, siempre acabamos haciendo la maleta en el último momento (bueno, pero con la lista eh, tampoco hay que exagerar 😉 ) la mañana de la salida, y al final, siempre acabamos saliendo a eso de las 11h…
Por fin, esta bonita mañana de sábado 13 de julio, ya estamos listos, a eso de las 11h pues (ni hecho a posta oiga)…
La idea para la ruta era evitar los peajes y coger la Nacional 12 en Versalles, y luego pasar por Evreux, Dreux, Lisieux, Caen, y hacer noche en Bayeux. Tenía mi GPS activado, en forma de papel pegado al depósito (no hemos conseguido encontrar un “portamapas” con imanes para poner en el depósito, solo bolsas sobre depósito enormes…), y Juan se encargaba del verdaderos GPS en forma de Tom Tom regalo de mi suegro (gracias!), en caso de avería del mío 😉 , que nos ha sido muy útil la verdad.
Viaje tranquilo y aburrido, con parada bocata en un área de descanso, tiempo ideal, sol pero no demasiado calor, estamos de vacaciones!
Llegamos a Bayeux a mitad de la tarde para refrescarnos un poco y visitar la Catedral antes de ir a cenar…
Cena demasiado larga en llegar, y aunque habíamos previsto ir a ver los fuegos artificiales (el 14 de julio es fiesta nacional), estábamos tan cansados que nos hemos quedado dormidos… los oí en mi sueño… Juan ni eso…
A la mañana siguiente salimos después del desayuno y de la instalación de las maletas varias, dirección Cherbourg donde nos esperaba el ferry.
Llegamos (demasiado) temprano, tuvimos que hacer tiempo antes de comer unas copiosas pizzas. Para luego ir hacia el puerto de embarque donde llegamos 2 horas antes, y estuvimos esperando con todos los demás (coches, caravanas, autocaravanas, motos, camiones…)… y cabremos todos?
Más o menos una hora antes de la salida, nos llaman para el embarque, las motos primero. No nos dimos cuenta enseguida pero nos separaron para aparcar, mi moto en la fila de la izquierda, y la de Juan en medio. En principio no es un mayor problema, pero cuando entre ambos hay 3 filas de coches aparcados los unos contra los otros, no es muy práctico para llegar hasta el otro cargado con las maletas… En fin. Cuando llegamos nos dicen « tenéis las cinchas y las calzas, apañaros ». Menos mal que estaba una pareja de Belgas muy simpáticos delante de mí y me ayudaron a atar la moto al suelo (bueno, más bien la ataron ellos…). Después de sacar las maletas y el baúl, fui a ver cómo andaba Juan. Problema con su moto: cuando le pone la cincha atando a la izquierda, la moto se cae hacia la derecha. Probamos atando por la derecha, también se cae hacia la derecha… Desesperados, llamamos a un empleado del ferry… con un par de calzas o tres debajo del basculante la moto ya no se mueve. Menos mal… Al final conseguimos reunir todas nuestras cosas (2 maletas, 1 baúl, las alforjas, 1 mochila, 2 cascos…) y llegar a nuestro camarote. Todo lo que no habíamos sudado en la ruta gracias a las temperaturas ideales lo hemos sudado en media hora en la bodega del ferry… un horror…
Después de una buena ducha, nos damos un paseo de visita al ferry. Primero los puentes exteriores para ver el ferry salir del puerto y llegar en alta mar. La mar era muy calmada y todo el mundo estaba en los puentes exteriores.
El viaje en ferry (16 horas ni una menos) fue muy agradable, el ferry está muy bien equipado para hacer el cruce llevadero: cafés, pubs, restaurantes, un cine, una tienda… todo con precios normales (podrían abusar como en otros sitios ya que no tienes más remedio… pero no es el caso).
Hemos tenido de bonus una bonita puesta de sol, la compañía de 3 alcatraces que seguían el ferry, una cena “bocata” en el puente en “solitario” (con viento, eso sí…) y nuestra primera Guinness en el pub a la luz de la luna… aun con un mar plano que ni nos dábamos cuenta que estábamos en medio del mar navegando.
Después de una noche tranquila llegamos a la hora prevista en Rosslare, co. Wexford, República de Irlanda.
Bajamos a la bodega, desatamos las motos (yo con la ayuda de la simpática pareja de Belgas de delante), mi asiento un tanto deformado por las cinchas a pesar de las protecciones pero bueno… ponemos maletas, baúl etc… y bajamos del ferry bastante rápido (personal muy eficaz la verdad).
Después de una parada a pie de ferry para terminar de vestirnos de moteros, por fin empezamos la ruta, por la izquierda claro… lo más complicado siendo las (numerosas) rotondas. No que te vayas a equivocar de sentido, sino sobre todo para acostumbrarse a mirar hacia la derecha antes de salir, no a la izquierda…
Teníamos un buen tramo de ruta que recorrer ese día ya que íbamos directamente hacia el Connemara, punta Oeste de Irlanda (Rosslare estando al Sur Este). No tanto en kilómetros (370) sino que, en Irlanda, según las carreteras, y contando las paradas cada 150-200km para echar gasolina y descansar el culo, los kilómetros se convierten rápido en muchas horas. Y sabiendo que el ferry llegaba a las 11h30, y contando el tiempo de desembarcar y encontrar un sitio donde comer algo rápido, no podíamos tardar mucho en continuar para no llegar demasiado tarde y poder cenar algo antes de que todo cerrase.
Efectivamente, al final llegamos a eso de las 20h30, sin lluvia, pero con viento lateral en buena parte de la ruta, por nacionales más o menos anchas, un mini tramo de autopista, y un buen atasco para rodear Galway.
La llave estaba en la puerta. Descargamos corriendo todas las maletas/alforjas y sin cambiarnos, cogemos las motos y bajamos al pueblo (unos 3km de carretera de campo, con una parte apenas reasfaltada “a la francesa”- es decir con gravilla…).
Aparcamos en lo que parecía la calle principal y dimos una vuelta a todos los pubs (casi lo único que había en la calle). Las cartas se parecían y no eran precisamente baratos. Nos dimos cuenta luego que el pueblo vive del turismo principalmente y aprovecha…
Al final nos decidimos por uno de los pubs, escogimos bien, tenía una vista muy bonita a la bahía, el servicio fue agradable, la comida buena (no muy copiosa para Juan), un poco caro… pero bueno, pudimos cenar que era lo importante.
La verdad es que estábamos un poco cansados de la ruta así que volvimos directo para instalarnos. Habíamos cogido un alquiler para la semana. Eran unas casitas adosadas, que durante la ocupación inglesa eran las casas de los guardacostas (y sus familias). En el momento de la Independencia el sitio fue quemado. El actual propietario las reconstruyó enteritas y las alquila para las vacaciones. La vista a la bahía es tremenda, desde la habitación y el salón. El sitio es de ensueño.
El alojamiento:
La vista :
Y al propietario le gusta mucho charlar y contar anécdotas sobre la historia del lugar y de la región, lo que es muy agradable.
La primera semana fue cuando más kilómetros recorrimos, en forma de vueltas por el Connemara y hacia un poco más arriba, county Mayo. Tres días seguidos hemos hecho unos 180-200km al día, casi todo el día encima de la moto.
El Connemara es un lugar muy bonito, mágico. Estamos rodeados de montañas que parecen terciopelo verde, con vegetación montañosa, unos lagos de montaña, y sin embargo estamos al lado o a unos kilómetros del océano. Para resumir, rulábamos, nos parábamos para hacer fotos, rulábamos, parábamos para hacer fotos, y así todo el día… El buen tiempo nos acompañó toda la semana, 23-25°C de media durante el día, siempre con un poco de aire fresco, y una punta a 30°C el ultimo día de “vuelta”, demasiado caluroso y no muy práctico cuando parábamos… obligados a quitarnos la chaqueta para no morirnos de calor.
Paro aquí un rato las descripciones para dejar sitio a las fotos…
1er día : Sky Road- Clifden
2° día
Ballyconneely
Roundstone
Bog Road
Coral Beach
3er día
Cerca de Leenane
Lough Corrib
Lough Mask
Lough Nafooey
4° día
Doo Lough (lo llamamos «el lago de los tábanos»- Juan todavía tiene cicatrices…)
Westport Bay
Croagh Patrick
Atardecer y luna en Sky Road:
Solo decir que los 2 últimos días los hemos disfrutado no haciendo nada aparte de visitar los pubs del pueblo y aprovechar un poco la Guinness para Juan y la Bulmers/Magners (sidra) para mí.
Al lunes siguiente, con la cabeza llena de paisajes, salíamos por unos 380km- más o menos 6 horas de ruta.
V’s