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Cataluña

Paseos

Un Cumpleaños Feliz

Posted on 09/05/2009 at 10:06 by / 0

El día 30 celebraba mi… 22 cumpleaños… 😉 LOL

Para la ocasión, me regaló Juan un “fin de semana en moto con derecho a cuantas paradas fotográficas deseaba”. Estaba previsto salir el día 01 temprano hacia un destino desconocido (por mí). Fuimos en mi moto, yo de paquete, para disfrutar del paisaje…

Nos levantamos temprano… y viendo que estaba lloviendo bastante, decidimos… volver a la cama hasta una hora después, a ver si paraba. Una hora después nos volvimos a levantar… pero seguía lloviendo. Así que decidimos levantarnos, ir preparando las cosas y ya saldríamos cuando estábamos listos. A eso de las 11h, paró de llover y salió el sol. Fuimos a buscar la moto, pusimos las alforjas, nos pusimos el traje de lluvia por si acaso, y por fin, salimos.

Me dijo Juan que el primer paso era ir “hasta Sant Llorenç de Morunys”. Conozco bien la carretera por haber ido hace unas semanas… así que le podía indicar bien el camino (aunque tenía mapa, soy buen GPS – un GPS un poco histérico a veces, pero GPS igual!). Así que empezamos C58, Manresa, Solsona… Me sorprendió ver montañas nevadas y vistas que no ví hace unas semanas al hacer la misma ruta. O es que entonces no estaban nevadas (había nevado haría 1 o 2 días), o es que al estar conduciendo, no pude ver todos los paisajes que estaba viendo ahora.

Al llegar cerca del cruce que va hacia Sant Llorenç, Juan se paró y me dijo que le parecía que el Googlemaps se había liado… y que mejor tirábamos hacia Bassella para coger la carretera que sube hacia Andorra. Eso hicimos… Y paramos a repostar y comer en el Pans&Company del museo de la moto de Bassella. Allí en el sol de la terraza, ni frío ni calor, se estaba muy bien!

Después de reponer fuerzas, nos fuimos otra vez dirección Andorra, hacia no sabía dónde… Pasamos Coll de Nargó, y más allá yo desconocía hacia donde se podía ir aparte de Andorra… Después de pasar el Plà de Sant Tirs y con la carretera bastante transitada, tomamos repentinamente un desvío a la izquierda… y allí empezó la ruta fotográfica

La N-260, el “Eix Pirinenc”, en este tramo es una carretera de curvas y más curvas, primero subiendo durante unos cuantos kilómetros, con vistas a valles, cumbres nevadas, más valles, y más cumbres nevadas… Paramos unas cuantas veces a hacer unas cuantas fotos…

Teníamos tiempo, no teníamos horario, de hecho, no miré el reloj en todo el día, y en ningún momento del día supe qué hora era… tampoco adónde íbamos…

 

Llegamos a Sort. Famosa por repartir muchos premios de lotería… En Sort nos desviamos por la C13 dirección Vielha. Aunque no llegamos a Vielha. En Llavorsí cogimos una carreterita que seguía un barranco, hacía bastante viento. Después de desviarnos por un camino equivocado y dar la vuelta, seguimos y seguimos esta misma carretera hasta que llegamos a un pueblo. Un pueblo de una veintena de casas, un hotelito, y un bar restaurante en frente del hotelito. El hotelito en cuestión por lo visto era dónde nos quedábamos a dormir. Y yo seguía sin saber qué hora era (y tampoco había visto el nombre del pueblo…). Hacía mucho viento, se estaba nublando el cielo, aunque se veía “al final” de la carretera una montaña nevada entre las nubes. Cayó alguna gota. Dejamos la moto aparcada abajo, entramos en el hotel. La habitación tenía una terraza que daba a un río.

Del otro lado del río, un pastor, 3 perros y muchas ovejas. Tras el merecido descanso, fuimos a dar una vuelta por el pueblo, a merendar en el bar “de enfrente”, y a dar otra vuelta por el camino que salía desde detrás del hotel, a lo largo del río.

Como el viento era bastante frío, volvimos al hotel, descansamos un poco, cenamos y descansamos otra vez soñando con los paisajes nevados que nos esperaban al día siguiente.

Nos levantamos temprano, desayunamos (tostadas de pan con tomate con jamón), y una vez hechas las alforjas otra vez, nos fuimos. Habíamos decidido seguir por la misma carretera hasta que se acabara. Seguimos pues por la “Vall de Cardós”, con la misma montaña nevada de frente, y de vez en cuando alguna montaña más que aparecía y desaparecía según el capricho de las curvas. Algunos pueblos típicos acompañaban la carretera.

Llegamos hasta Tavascan, cruzamos el pueblo y decidimos seguir por una carreterita que indicaba una estación de ski (cerrada, pero la carretera abierta). Así que empezamos a subir, tranquilamente ya que la carretera estaba bastante mojada, en la sombra y estrecha, aunque en bastante buen estado.

A unos pocos kilómetros, una parada fotográfica… Menuda cascada!!!

Seguimos subiendo, y subiendo, parando de vez en cuando a hacer fotos. Hasta que llegamos al principio de un muy pequeño pueblo (la estación?), pero se acabó el asfalto, y entre las piedras, el barro y los charcos, decidimos dar la vuelta y regresar. Ya volveremos con una trail!!! 😀

Tras unas cuantas paradas fotográficas más, volvimos hasta Llavorsí. Habíamos previsto seguir por la C13- C28 hasta Vielha, y luego bajar por la C230, hasta el Pont de Suert, y luego N260 hasta la Pobla de Segur, parando a comer en un pueblo donde intentamos parar siempre que queda de camino “a por sus torradas de pan con tomate y embutido de la casa” en un bar-fonda que descubrimos hace unos años por casualidad.

Pero no nos adelantemos…

Empezamos pues a subir por la C13, a medida que íbamos subiendo, veíamos cada vez más nieve. Así que parábamos bastante a menudo…

Subimos y subimos, hasta que nos encontramos “en medio” de la nieve. No podíamos parar de parar :D.

Habría nevado unos días antes, aunque la carretera estaba muy bien despejada por el quitanieve. Carretera con muy buen asfalto, y unas curvas muy bonitas. Paramos varias veces, una de ellas para hacer un muñeco de nieve, que daba un poco de miedo, pero bueno…

La carretera seguía subiendo, hasta que llegamos al Port de la Bonaigua. Había algo de nubes arriba, y bastante aire. Y mucha nieve.

El cartel del puerto del lado “montaña” estaba roto y medio cubierto por metros de nieve. Tras hacer las fotos obligatorias, empezamos a bajar. Del otro lado del puerto empieza “la Val d’Aran”. Y la carretera de bajada estaba en pésimo estado. Algunos tramos sin asfalto, era tierra, barro y baches. Así que bajamos con cuidado, rodeados de paisajes nevados, aunque las cumbres ya un poco nubladas. Llegamos a Vaqueira, estación de ski fea como tan bien las saben hacer… Y seguimos bajando hasta Vielha. En Vielha cogimos el tan famoso túnel (qué frío hacía allí dentro… Un túnel de frío de 5km!!! El único momento de la ruta que pasé algo de frío.). Y hasta el Pont de Suert. En la salida del pueblo, paramos a “auxiliar” a una pareja de moteros franceses, cada uno en una XJR1300, que estaba perdida… y con razón… no llevaban mapa!!! Así que les indicamos cómo ir hacia Bielsa por Ainsa, y emprendimos el camino otra vez. Pensaba que ya por esta ruta, se habrían acabado las cumbres nevadas… Pues me equivocaba, todavía quedaba alguna por ver. Y un pueblo precioso de primer plano.

Paramos un rato, en medio de un campo, sólo se oían los pájaros, y el silencio. La verdad es que habría sido un lugar idóneo para tirarse en el suelo y hacer un picnic, pero no teníamos picnic, ni bebida, y como se estaba haciendo tarde y empezábamos a tener hambre, no hubo más remedio que seguir hasta el pueblo de las torradas con embutido de la casa… Allí paramos un buen rato, nos sirvieron las famosas torradas de pan con tomate (y ajo), y jamón, 2 tipos de fuet, otro tipo de embutido que no sé cómo se llama, 2 tipos de quesos… paté y queso con aguardiente caseros. Bueno, todo casero. Terminada la comida, descansamos un rato más con un café/coca cola en la terraza del bar, al lado nuestro 2 moteros ingleses… Y bueno, como en algún momento había que regresar, pues regresamos.

Fuimos hasta la Pobla de Segur, y allí seguimos por la N260 dirección la Seu d’Urgell, para recuperar la carretera cogida a la ida. Un tramo muy bonito, pero lleno de Mossos d’Esquadra… (una pareja en moto, un radar móvil, y un control un poco más abajo.). En Sort cogimos la carretera de la ida, pero en el otro sentido. A la ida no nos habíamos parado, pero esta carretera tenía del lado “montaña” cada poco unas “salidas” de caminos de tierra, con un “STOP”. Era muy curioso porque no parecía que en la mayoría se pudiera meter ningún coche… A la vuelta aprovechamos para hacer una foto de la salida más curiosa (no parecía haber ni camino!).

Hicimos una última parada fotográfica en el Puerto de Pervés y seguimos disfrutando de la carretera…

Luego enlazamos otra vez con la C14, hacia Bassella, donde paramos a descansar y tomar una coca cola otra vez… Y volvimos por Solsona, Manresa, etc… hasta casa. Con bastante tráfico y poco disfrute ya…

En total unos 650 km de curvas y más curvas, rodeados de paisajes nevados durante casi todo el camino, disfrutando del paisaje y de la carretera como pocas veces…

Un cumpleaños feliz. 🙂

V’s

 

Paseos

Salida en solitario – Cataluña

Posted on 16/04/2009 at 9:34 by / 0

Hace un par de semanas, aproveché uno de los pocos días sin lluvia de marzo-abril, y que estaba de rodríguez, para hacer algo que no hacía desde hacía mucho tiempo: hacer una ruta y parar cuántas veces me daba la gana para hacer fotos…

Aquí va la crónica…

Aquel domingo de primavera, me desperté sobre las 8h de la mañana, y tras el desayuno y ponerme el mono, junto con la chaqueta de chubasquero recién adquirida (la otra había «muerto»- bueno, más bien la cremallera, después de 7 años de uso intensivo…), fui a por la moto y salí… por fin, estaba empezando la ruta.
Me acompañaba una neverita portátil, también recién adquirida, donde iban dos bocadillos, una cocacola de lata, mis guantes de invierno y el pantalón de chubasquero (para guardarlos en frío y eso…).

Empecé mi ruta por la C58 dirección Manresa. Al acercarme a la montaña de Montserrat, me acabaron de despertar unas vistas un tanto apocalípticas de Montserrat y sus formas peculiares emergiendo de la niebla.
Seguí camino hasta Manresa, y luego por la C55 hacia Súria, Cardona… y me desvié justo antes de Solsona subiendo hacia Sant Llorenç de Morunys por la carretera del Pantano de la Llosa del Cavall.

Mi primera parada fotográfica fue al principio de esta carretera, iba rodeada de campos de florecitas blancas. Así que paré en una carreterita transversal, donde había gente con aviones de radiocontrol.

La segunda parada fue en el Pantano de la Llosa del Cavall. Este día hacía un día un poco raro, con una especie de neblina que daba un aspecto raro como difuminado a los paisajes. Los reflejos eran tremendos.

El Pantano:

Allí tuve que parar en una curva (con bastante arcén…) porque el paisaje estaba tremendo. Tenía la impresión de estar en algún lado de Escocia, el Lago Ness, o algo así, más que en una carretera del Prepiríneo Catalán…

Tras una parada en Sant Llorenç de Morunys para repostar, y asegurarme del camino correcto con el señor gasolinero, seguí por donde me había indicado. La idea era ir hasta el Coll de Nargó por una carretera que había hecho este verano…

Pues no, me perdí, y al llegar al puerto, me concentré en tomar la curva correctamente porque el asfalto estaba lleno de baches, y seguí la curva a la izquierda… No ví que había otra carretera que salía recto…
Así que tras un rato de camino, me dí cuenta que no me sonaba nada el paisaje… pero era demasiado tarde, y acabé otra vez en Solsona…

No pasa nada, tengo todo el día, y nadie me va a quitar el hacer la carretera que tenía previsto. Así que seguí mi ruta por la carretera que va hasta Bassella (y su museo de la moto), muy bonita carretera también, aunque este día había bastante tráfico (pero también bastantes sitios donde adelantar). En el cruce, me fui dirección Andorra, y por fin llegué al desvío donde tendría que haber llegado, pero en sentido contrario…, justo después de Coll de Nargó.
Tenía a partir de entonces unos 40km de curvas en medio de la naturaleza, con casi nada de tráfico (2 o 3 coches me debí de encontrar).

Con todo este rodeo que había dado, se estaban acercando las 13h y empezaba a tener hambre, así que empecé a buscar sitio donde parar a comer mis bocatas. Descarté el puerto anterior por el aire bastante frío que soplaba allí arriba a pesar de sus bonitas vistas.

Al cabo de unos 10km ví un desvío que parecía llegar hacia el fondo del valle y tenía buena pinta. Pero lo ví demasiado tarde y no encontré sitio donde dar la vuelta… Así que mientras buscaba un hueco donde dar la vuelta, encontré otro sitio donde parar a comer… Un grupo de 4 casas con un salto de agua, y unas vistas preciosas al valle. Baje por el «camino», de cemento… muy muy empinado hasta la «plaza» del «pueblo» (de tierra la plaza), y una vez allí, sintiéndome un poco intrusa, dí la vuelta como bien pude para aparcar un poco más arriba.
Entre las casas estaba un señor con su hijo (supongo) arreglando una Montesa…

Sólo se oía el ruido de la cascada y algún pajarito de vez en cuando. PAZ.

Tras un merecido descanso, le hice alguna foto más a la moto, y me preparé a seguir camino.

Emprendí otra vez la marcha, sin el chubasquero puesto, ya que había salido el sol y hacía bastante más calor que por la mañana.

Por el camino adelanté a un coche que me dejó pasar e iba muy lento, y a la vuelta de una curva, me encontré con este paisaje…

Bastante más impresionante en vivo que en la foto… No había arcén, y la carretera estaba bajando, así que me paré y tuve que hacer la foto desde la moto, con el casco y los guantes puestos, por si acaso llegaba el coche que había adelantado un rato antes…

Un poco más abajo, paré por última vez para hacer fotos…

Durante la parada, me adelantó otra vez el coche (debía de preguntarse para qué le adelantaba si total después perdía el tiempo parando!!!)

Poco después, llegué al puerto dónde me había equivocado de ruta a la ida… y volví a adelantar el coche…

Y ya tuve que seguir hasta Sant Llorenç de Morunys otra vez, sin parada, ya que el tiempo se estaba volviendo regular, y no tenía mucha gana de pillar lluvia por el camino (y menos tormenta de montaña).
Reposté otra vez en la gasolinera de Sant Llorenç, menos mal que había cambiado el «gasolinero» porque habría flipado (ésta está loca, va yendo en círculo…)…

Volví a bajar por la carretera del Pantano de la Llosa del Cavall, donde me cayeron unas 4 gotas (contadas), y con vistas no tan bonitas como por la mañana (hacía un poco de aire y ya no había reflejos)…

A pesar de haber dado tantas vueltas, llegué a casa temprano, después de exactamente 372km … y aproveché para limpiar la moto de todos los bichos que habían acabado su vida en el frontal de la moto… y del casco… Había llegado la primavera!!!

V’s

Viajes

Un año de recuerdos con Ella

Posted on 04/06/2006 at 10:50 by / 0

Hace un mes hizo un año que fui a recoger mi “nueva” moto al taller. Mi SV650S azul. Todavía me acuerdo del “miedo” que me entró al acelerar la primera vez, en la misma calle del taller, miedo a caerme, miedo a no conseguir frenar, a no conseguir parar, a acelerar demasiado de prisa.

La moto era muy diferente de mi primera moto. Primero por la posición de conducción, voy muy echada pa’lante en esta moto, con el manillar bastante más ancho, y el depósito bastante más alto. Tampoco llegaba tan bien al suelo como con la otra.
Bueno, evidentemente, la moto era “mucho” más potente (para mí por lo menos), mucho más nerviosa, frenaba mucho (es que la otra al final como que frenar frenar, no frenaba mucho, pero tampoco andaba demasiado), y sobro todo retenía mucho. Es que con esta moto flipo, porque casi no utilizo los frenos de lo mucho que retiene con el freno motor. Es económica en pastillas de frenos!!! Este primer día, estaba tan acojonada, que iba a llevar la moto hasta el garaje y nada más… Pero me animó mi marido a dar tan solo una vuelta para acostumbrarme. Y menos mal. Le cogí el tranquillo poco a poco.

Pasada la primera semana “de prueba” para ir al trabajo (todo autopista, atascos incluidos), decidimos hacer un primer pequeño viaje para ver qué tal me iba para estar más tiempo encima ya que lo que me gusta es viajar.

Salimos el sábado por la mañana hacia Anzánigo- Huesca. Unos 300 y pocos kilómetros, por carreteras secundarias. En los últimos kilómetros de carretera muy mala hasta el camping (Camping motero Anzánigo ), me di cuenta de lo dura que era la suspensión, y que mis brazos y muñecas acababan sufriendo de la posición. Pero habría podido ser peor, y el esfuerzo valía la pena…

El domingo aprovechamos para ir a Riglos:

Embalse de la Peña

Riglos

Y el lunes emprendimos la vuelta por carreteritas secundarias… Tan secundarias que tardamos… 11 horas en llegar a casa. Culpa de xx “paradas fotográficas”, alguna para ponernos el traje de lluvia, y otra para comer, y una última en una gasolinera (de la que nos echaron…) para protegernos del chaparrón que nos pilló de lleno…

Anzanigo-BCN

 

A finales de mayo la llevé para la primera revisión de los 1000 km

El segundo viaje fue a finales de junio para una Concentración, también en Huesca, un poco más arriba, en el Valle de Benasque, una zona preciosa, pero una concentración poco recomendable…

Emprendimos la vuelta también por carreteritas preciosas, pasando por Castejón de Sos, El Pont de Suert, Camarasa, con vistas preciosas a los Piríneos, y una parada memorable en un bar de Senterada (http://www.casaleonardo.net/ ) en el que comimos torradas de pan con tomate con jamón excelente, y también nos hizó probar el propietario del bar un salchichón tipo “fuet” de la zona tremendo.

Pantano de Camarasa

Como todavía no conseguía saber muy bien qué tal iba la moto para viajar 😉 , a finales de julio fuimos a otra Concentración, esta vez cerca de Burgos, en Belorado, un pueblín precioso. Allí pasamos mucho calor, y nos lo pasamos bien. Para ir, pasamos por Huesca, ya que nos conocíamos la ruta 😉 . La vuelta la tuvimos que hacer por autopista, ya que no nos quisimos perder el GP de Inglaterra y salimos muy tarde…

Al volver de la concentración tocó revisión de los 6000 km antes de irse de vacaciones los del taller, y luego yo.

El último viaje del año no fue el más corto y fue para las vacaciones a finales de agosto-principios de septiembre.

La primera parte del viaje la hice sola, y consistió en ir a visitar a unos amigos que viven ahora en Marsella (Francia) y luego a unas amigas en Lyon. La ida la hice mayormente por nacionales, y al final por autopista, ya que acabé hasta el gorro de los atascos en las entradas de las ciudades (era un sábado), y del calor.
Una anécdota sobre mi llegada a Marsella: pregunté el camino a un motero en un semáforo, que me explicó bastante bien cómo llegar a la calle de mi amigo. Era una calle en sentido único y en bajada tremenda. Cuando pensé haber encontrado el número correcto, me subí a la acera y aparqué la moto como podía. Comprobé la dirección en mi móvil, y resulta que me había parado demasiado pronto, me faltaban unos 50 números para llegar… Primer problema: bajar la moto de la acera sin caerme, y luego, tirar la moto en marcha atrás cuesta arriba para poder sacarla y coger otra vez la calle.
Conseguí bajar la moto de la acera, pero no podía poner el caballete siendo cuesta abajo, y tampoco conseguía tirar la moto cuesta arriba (ya me cuesta moverla a veces en llano, pero así, no me quedaban fuerzas…). Por suerte estaban allí una pareja de turistas con su hijo, y el señor me propuso su ayuda y empujó la moto (pobre hombre), lo que le agradeceré eternamente, ya que sin su ayuda seguramente todavía estaría allí 😉

Marseille

Entre Marsella y Lyon fui por la nacional, siendo entre semana se iba bastante bien y rápido, eso sí, con bastante viento todo el rato (lo que es bastante frecuente en esta zona).
El viernes por la mañana dejé a mi amiga para ir hasta Toulouse donde había previsto pasar la noche antes de seguir hasta Asturias al día siguiente.
Salí temprano para ir con tiempo y por nacionales, pasando por Saint-Etienne, Le Puy en Velay, Mende (dondé paré a comer, bonito pueblo). Quería aprovechar la tarde para dar un rodeo para ver el nuevo y famoso viaducto de Millau, pero empezó a llover, y preferí evitar más rodeos y fui directamente por Rodez y Albi (muy bonito también, pero habían atascos cuando llegué, y preferí seguir bajando para descansar). Llegué a Toulouse sobre las 17h30…

A la mañana del sábado, cuando me estaba preparando a salir, sobre las 8h… empezó a llover, llover… Me bajé a la entrada del hotel donde 2 parejas de moteros también esperaban a que pasara la tormenta. Estuvimos casi 2 horas esperando, pero cuando empezó a bajar la intensidad (y que ya no había rayos, etc…) acabé saliendo. Había previsto ir por autopista, y la verdad es que llovió todo el rato casi hasta la frontera. Creo que paré en una de cada 2 gasolineras para secarme un poco o calentarme un poco, acabé de agua hasta los mismísimos… Sobre las 14h llegaba a la frontera. Ya estaba medio seca, y en España empezó a llover un poco otra vez, pero con un asfalto que absorba el agua, una maravilla comparado con un asfalto que hace que cada coche que te adelante sea un suplicio. Sobre las 15h me junté con mi marido después de Bilbao, donde aprovechamos para comer.

De allí fuimos directamente hasta Asturias donde pasamos el fin de semana (y descansamos!!!).

El lunes salimos hacia Ferrol por la costa (desde Avilés N-632 + N-634 y luego LU-861 y AC-861), por carreteras muy guapas y con pocas gasolineras… (y por suerte, al ritmo que llevábamos, conseguimos hacer 230km, sin entrar en reserva!!! Acabó apareciendo una gasolinera…).
Esta misma semana bajamos hasta Sanxenxo donde tuvimos la suerte de tener unos días de sol tremendo.

Sanxenxo

Portonovo

Isla de la Toja

El viernes salimos hacia Asturias otra vez, esta vez por el interior. Y luego por la costa, con una parada en la “frontera” Galicia-Asturias.

Ribadeo

 

El fin de semana y el resto de la semana fue para disfrutar de los amigos, la comida, la sidra, los amigos otra vez… con alguna salida en moto… y más comida, es lo que tiene Asturias…

El domingo, vuelta de un tirón hasta Barcelona, por León y Burgos, ya que por la costa habían previsto trombas de agua, y menos mal que no fuimos!!!

Para este viaje acabé con la espalda bastante machacada por la posición de conducción, una sesión de masaje de verdad no consiguió arreglarlo, tendría que haber tenido 4 sesiones para deshacer todos los nudos… Pero aún así, repetiría sin problemas!

A la vuelta, evidentemente, tocó la revisión de los 12000.

Luego llegó el otoño, y el invierno, y la moto ha sido sobre todo mi “herramienta” para llevarme al trabajo…

V’s

Paseos

Mi primera moto, mis primeros kilómetros

Posted on 01/05/2003 at 1:37 by / 0

Me saqué el carnet el día 02 de enero del 2002 al segundo intento. A finales de aquel mismo mes, quedé con el propietario de mi primera moto, una Kawasaki ZZR250, para confirmar la transacción. Siempre me acordaré de mi primer día con ella… Llevármela por Barcelona sin haber conducido nunca nada por ciudad, llevármela hasta el trabajo, encontrar seguro propio (tenía él del anterior propietario- que me enteré años más tarde, no me habría servido de nada en caso de accidente o que me parase la poli), y por la noche volver a casa por la C58, con una inserción a ésta por el carril izquierdo… acojonada iba.

Los primeros meses la usé más que nada de “medio de transporte”, no me atrevía mucho a irme de ruta sola… Eso sí, alguna subida y bajada al Tibidabo por l’Arrabassada a paso de tortuga, para aprender y esas cosas.

Llegó el verano e hice mi primera “ruta” sola, una ruta muy “motera” por la carretera de Tossa de Mar a Sant Feliu de Guixols, la carretera de las 365 curvas…

Aproveché para visitar algún pueblo precioso de la zona, Vullpellac y Peratallada. En pleno agosto, vestida de cordura, “algo” de calor pasé… Aquella primera salida sola llegué a casa a las 21h30, muy cansada pero muy contenta.

Carretera de las 365 curvas

Peratallada

Mi primer viaje largo fue en octubre de aquel año, en compañía de un compañero forero y su mujer, para bajar a Onteniente a pasar el fin de semana con más compañer@s forer@s. Una experiencia dura por el fuerte viento lateral racheado que soplaba por la zona de Tarragona, y me llevaba de un lado a otro de la autopista. También tuvo que ser dura para mis acompañantes dada la velocidad punta que llevamos todo el camino… La vuelta la hice en compañía de otro compañero, que tenía una 250cc también, y sufrió menos…

Onteniente 2002

A partir de allí, empecé a salir en grupo, siempre cerrando el grupo, por lenta. Pero es que antes de aprender a correr hay que aprender a andar, y de todas formas yo no soy de correr. Prefiero ir a mi ritmo, sentirme segura y sobretodo, disfrutar de la carretera y de los paisajes o curiosidades encontrados por el camino. Y ya me esperarán en los cruces…

Carretera de las 365 curvas

Montserrat – enero 2003

También seguí con las salidas sola, a mi ritmo sin molestar a nadie, y pudiendo parar cuando me apetecía para disfrutar de mi segunda pasión: la fotografía.

Begur

Pals

V’s

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