Paseos
Salida en solitario – Cataluña
Hace un par de semanas, aproveché uno de los pocos días sin lluvia de marzo-abril, y que estaba de rodríguez, para hacer algo que no hacía desde hacía mucho tiempo: hacer una ruta y parar cuántas veces me daba la gana para hacer fotos…
Aquí va la crónica…
Aquel domingo de primavera, me desperté sobre las 8h de la mañana, y tras el desayuno y ponerme el mono, junto con la chaqueta de chubasquero recién adquirida (la otra había «muerto»- bueno, más bien la cremallera, después de 7 años de uso intensivo…), fui a por la moto y salí… por fin, estaba empezando la ruta.
Me acompañaba una neverita portátil, también recién adquirida, donde iban dos bocadillos, una cocacola de lata, mis guantes de invierno y el pantalón de chubasquero (para guardarlos en frío y eso…).
Empecé mi ruta por la C58 dirección Manresa. Al acercarme a la montaña de Montserrat, me acabaron de despertar unas vistas un tanto apocalípticas de Montserrat y sus formas peculiares emergiendo de la niebla.
Seguí camino hasta Manresa, y luego por la C55 hacia Súria, Cardona… y me desvié justo antes de Solsona subiendo hacia Sant Llorenç de Morunys por la carretera del Pantano de la Llosa del Cavall.
Mi primera parada fotográfica fue al principio de esta carretera, iba rodeada de campos de florecitas blancas. Así que paré en una carreterita transversal, donde había gente con aviones de radiocontrol.
La segunda parada fue en el Pantano de la Llosa del Cavall. Este día hacía un día un poco raro, con una especie de neblina que daba un aspecto raro como difuminado a los paisajes. Los reflejos eran tremendos.
El Pantano:
Allí tuve que parar en una curva (con bastante arcén…) porque el paisaje estaba tremendo. Tenía la impresión de estar en algún lado de Escocia, el Lago Ness, o algo así, más que en una carretera del Prepiríneo Catalán…
Tras una parada en Sant Llorenç de Morunys para repostar, y asegurarme del camino correcto con el señor gasolinero, seguí por donde me había indicado. La idea era ir hasta el Coll de Nargó por una carretera que había hecho este verano…
Pues no, me perdí, y al llegar al puerto, me concentré en tomar la curva correctamente porque el asfalto estaba lleno de baches, y seguí la curva a la izquierda… No ví que había otra carretera que salía recto…
Así que tras un rato de camino, me dí cuenta que no me sonaba nada el paisaje… pero era demasiado tarde, y acabé otra vez en Solsona…
No pasa nada, tengo todo el día, y nadie me va a quitar el hacer la carretera que tenía previsto. Así que seguí mi ruta por la carretera que va hasta Bassella (y su museo de la moto), muy bonita carretera también, aunque este día había bastante tráfico (pero también bastantes sitios donde adelantar). En el cruce, me fui dirección Andorra, y por fin llegué al desvío donde tendría que haber llegado, pero en sentido contrario…, justo después de Coll de Nargó.
Tenía a partir de entonces unos 40km de curvas en medio de la naturaleza, con casi nada de tráfico (2 o 3 coches me debí de encontrar).
Con todo este rodeo que había dado, se estaban acercando las 13h y empezaba a tener hambre, así que empecé a buscar sitio donde parar a comer mis bocatas. Descarté el puerto anterior por el aire bastante frío que soplaba allí arriba a pesar de sus bonitas vistas.
Al cabo de unos 10km ví un desvío que parecía llegar hacia el fondo del valle y tenía buena pinta. Pero lo ví demasiado tarde y no encontré sitio donde dar la vuelta… Así que mientras buscaba un hueco donde dar la vuelta, encontré otro sitio donde parar a comer… Un grupo de 4 casas con un salto de agua, y unas vistas preciosas al valle. Baje por el «camino», de cemento… muy muy empinado hasta la «plaza» del «pueblo» (de tierra la plaza), y una vez allí, sintiéndome un poco intrusa, dí la vuelta como bien pude para aparcar un poco más arriba.
Entre las casas estaba un señor con su hijo (supongo) arreglando una Montesa…
Sólo se oía el ruido de la cascada y algún pajarito de vez en cuando. PAZ.
Tras un merecido descanso, le hice alguna foto más a la moto, y me preparé a seguir camino.
Emprendí otra vez la marcha, sin el chubasquero puesto, ya que había salido el sol y hacía bastante más calor que por la mañana.
Por el camino adelanté a un coche que me dejó pasar e iba muy lento, y a la vuelta de una curva, me encontré con este paisaje…
Bastante más impresionante en vivo que en la foto… No había arcén, y la carretera estaba bajando, así que me paré y tuve que hacer la foto desde la moto, con el casco y los guantes puestos, por si acaso llegaba el coche que había adelantado un rato antes…
Un poco más abajo, paré por última vez para hacer fotos…
Durante la parada, me adelantó otra vez el coche (debía de preguntarse para qué le adelantaba si total después perdía el tiempo parando!!!)
Poco después, llegué al puerto dónde me había equivocado de ruta a la ida… y volví a adelantar el coche…
Y ya tuve que seguir hasta Sant Llorenç de Morunys otra vez, sin parada, ya que el tiempo se estaba volviendo regular, y no tenía mucha gana de pillar lluvia por el camino (y menos tormenta de montaña).
Reposté otra vez en la gasolinera de Sant Llorenç, menos mal que había cambiado el «gasolinero» porque habría flipado (ésta está loca, va yendo en círculo…)…
Volví a bajar por la carretera del Pantano de la Llosa del Cavall, donde me cayeron unas 4 gotas (contadas), y con vistas no tan bonitas como por la mañana (hacía un poco de aire y ya no había reflejos)…
A pesar de haber dado tantas vueltas, llegué a casa temprano, después de exactamente 372km … y aproveché para limpiar la moto de todos los bichos que habían acabado su vida en el frontal de la moto… y del casco… Había llegado la primavera!!!
V’s
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