Paseos
Mi primera moto, mis primeros kilómetros
Me saqué el carnet el día 02 de enero del 2002 al segundo intento. A finales de aquel mismo mes, quedé con el propietario de mi primera moto, una Kawasaki ZZR250, para confirmar la transacción. Siempre me acordaré de mi primer día con ella… Llevármela por Barcelona sin haber conducido nunca nada por ciudad, llevármela hasta el trabajo, encontrar seguro propio (tenía él del anterior propietario- que me enteré años más tarde, no me habría servido de nada en caso de accidente o que me parase la poli), y por la noche volver a casa por la C58, con una inserción a ésta por el carril izquierdo… acojonada iba.
Los primeros meses la usé más que nada de “medio de transporte”, no me atrevía mucho a irme de ruta sola… Eso sí, alguna subida y bajada al Tibidabo por l’Arrabassada a paso de tortuga, para aprender y esas cosas.
Llegó el verano e hice mi primera “ruta” sola, una ruta muy “motera” por la carretera de Tossa de Mar a Sant Feliu de Guixols, la carretera de las 365 curvas…
Aproveché para visitar algún pueblo precioso de la zona, Vullpellac y Peratallada. En pleno agosto, vestida de cordura, “algo” de calor pasé… Aquella primera salida sola llegué a casa a las 21h30, muy cansada pero muy contenta.
Carretera de las 365 curvas
Peratallada
Mi primer viaje largo fue en octubre de aquel año, en compañía de un compañero forero y su mujer, para bajar a Onteniente a pasar el fin de semana con más compañer@s forer@s. Una experiencia dura por el fuerte viento lateral racheado que soplaba por la zona de Tarragona, y me llevaba de un lado a otro de la autopista. También tuvo que ser dura para mis acompañantes dada la velocidad punta que llevamos todo el camino… La vuelta la hice en compañía de otro compañero, que tenía una 250cc también, y sufrió menos…
Onteniente 2002
A partir de allí, empecé a salir en grupo, siempre cerrando el grupo, por lenta. Pero es que antes de aprender a correr hay que aprender a andar, y de todas formas yo no soy de correr. Prefiero ir a mi ritmo, sentirme segura y sobretodo, disfrutar de la carretera y de los paisajes o curiosidades encontrados por el camino. Y ya me esperarán en los cruces…
Carretera de las 365 curvas
Montserrat – enero 2003
También seguí con las salidas sola, a mi ritmo sin molestar a nadie, y pudiendo parar cuando me apetecía para disfrutar de mi segunda pasión: la fotografía.
Begur
Pals
V’s
Leave a reply