Paseos
Full Irish Breakfast
Después de unos meses de parón forzado entre vacaciones, mudanza y tormentas seguidas, ese domingo 14 de febrero decidimos cambiar de aires, y qué mejor que desconectar yendo a desayunar como Dios manda a un rinconcito que hemos encontrado en Kinsale, que está muy bien porque sirven desayuno irlandés todo el día, así que aunque nos levantemos tarde, podemos desayunar igual.
Entonces nos levantamos, no tan tarde, y como no llovía y habían previsto seco, decidimos ir en moto. Con una sola moto, la mía, eso sí, las carreteras están en muy mal estado después de tantas lluvias, no muy aptas para las suspensiones de la SP2…
Así que tras vestirnos de cordura (Juan estrenaba chaqueta calentita y botas), a eso de las 10h cogimos la moto y pa’lla fuimos.
Desde nuestro nuevo hogar está un poco más lejos que antes, pero la carretera es buena. Solo pasé un poco de frío en los primeros kilómetros de vía rápida. Salimos con 4 gotas, pero enseguida paró, y salió un solecito de invierno que calentaba un poco.
La carretera para ir a Kinsale es muy agradable, disfruté del sol, del paisaje, y después de un rato ya estábamos en Kinsale.
Fuimos a desayunar. Full Irish Breakfast como no, compuesto de huevos, beicon, salchichas, champiñones, 1 tomate, morcilla blanca y negra, tostadas, mantequilla y mermelada. Con té para mí y con café para Juan.
Después de un buen rato con nuestro desayuno, Juan me dice que no tiene ganas de volver a casa, tampoco tiene ganas de pasear, así que nos quedamos un té\chocolate y nos quedamos un rato más.
Cuando terminamos, me dice que no tienen ganas de volver a casa (para que nos entendamos, “volver a casa” significaba sacar cosas de cajas para poder cocinar y cenar…).
Bueno, pues entonces podemos seguir dando vueltas con la moto y volver luego pa’ casa… Le dije que podíamos ir hasta “Old Head of Kinsale” donde estuvimos en nuestra primera salida juntos en mayo.
Así que pa’lla vamos. La carretera es muy bonita. Aunque en esta época del año y sobretodo con el agua que cayó estos últimos meses (no sé cuántas tormentas llevamos ya, pero espero que ya no hayan más! No hemos tenido casi nada de temperaturas bajas, pero lluvia a punta pala… que vale que llueve en Irlanda pero esto por lo visto es inhabitual.), hay que tener mucho cuidado con los baches que se transforman en cráteres, y sobretodo en la cercanía de las granjas, donde los tractores llenan la carretera de barro (entre otros) y está muy sucia.
Cuando llegamos al cruce que indica “Old Head”, nos encontramos con la carretera cerrada al tráfico, un Garda (policía) desviando el tráfico, y un montón de gente, mujeres, hombres y niños andando por la carretera. Resulta que había un “Fun Walk” para recolectar fondos para caridad, que justo daba la vuelta hasta Old Head. Nos dijo el Garda que podíamos llegar igualmente girando a la izquierda un poco más allá, pero probablemente concentrados para no atropellar a nadie, nos perdimos el desvío que llevaba a Old Head. Seguimos y después de un rato la carretera se volvió muy mala y sucia, y decidimos dar la vuelta.
Al final acabamos cogiendo la carretera “de siempre”, que bordea el Océano y tiene varias playas muy bonitas. A pie de playa, la playa había invadido la carretera (a pesar de las dunas), que estaba llena de arena, e incluso de guijarros. Paramos arriba de esta playa donde ya estuvimos unas veces. Había unos cuantos surferos surfeando las olas. Hacía un sol precioso, pero también mucho viento y la temperatura no estaba demasiado alta. Estuvimos un ratito tomando el sol y escuchando el sonido relajante del oleaje, y emprendimos la marcha de nuevo.
Seguimos ruta hasta Timoleague, donde estuvimos en la penúltima salida en noviembre.
Y ya que habíamos llegado hasta allí, le dije a Juan que podíamos seguir hasta la bonita playa de Courtmacsherry, y ya dábamos la vuelta pa’ casa. Y eso hicimos.
La playa de Courtmacsherry resultó estar completamente desprotegida del viento, y no hacía mucha calor… así que tampoco estuvimos mucho rato. Dijimos que ya volvíamos pa’ casa, por el camino más corto, por Bandon. Poco antes de la salida del pueblo nos cruzamos con dos moteros. Juan me dice “No era Jim la primera moto?”. Yo no había visto la primera moto (supongo que estaría mirando para el otro lado…). Y mientras me dice esto se acerca una Kawa verde con maletas… Finbarr! Lo pitamos, nos ve, ralentiza… y damos la vuelta para cogerlos. Paran en el hotel del pueblo, con chimenea tan acogedora… Qué bueno encontrarles por casualidad! Resulta que ellos habían previsto ir a un “Charity Run” pero llegaron tarde así que se fueron a dar una vuelta. Iban 4 motos, uno había venido de Galway para pasar el día.
Fuimos a tomar todos juntos tés y cafés mientras charlábamos de planes de vacaciones y nos poníamos al día de las noticias desde la última vez que nos vimos en diciembre.
Después de un buen rato disfrutando del calorcito del pub y de la compañía, ya tocaba volver…
Y como no podía ser de otra manera, nos unimos al grupo y volvimos por… el camino más largo, por donde habíamos llegado… Hicimos una pequeña parada más en Kinsale.
Seguía el sol calentando pero habían unos nubarrones muy negros en el horizonte…
Cuando empezaron a caer 4 gotas, decidimos que ya era hora de emprender el camino de vuelta, y nos despedimos y salimos.
Con todo esto llegamos a casa sobre las 17h… bien cansados pero lo que se dice desconectar, desconectamos…
A Full Irish Breakfast! / Un desayuno irlandés completo! 😉
V’s
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