Road Races
Nuestra temporada 2022… road races etc…
Este post fue escrito en noviembre de 2022. Por falta de tiempo sólo lo publico ahora, pero cuando se redactó no tenía ni idea que empezaríamos el año 2023 con las malas noticias del Norte con todas las carreras canceladas, y la misma incertidumbre en el Sur, por un tema de seguros a precios desorbitados. El tema sigue pendiente de resolver.
Sigo teniendo fe que tendremos carreras en la Isla de Irlanda en 2023. Cruzamos los dedos para poder pasear por los paddocks, ver y charlar con pilotos y poder apoyar a los clubs organizadores un año más.
Este año celebramos 10 años de casados, y 10 años de nuestro viaje de novios que pasó por la carrera de Armoy, nuestra primera road race. Esperamos poder celebrarlo allí con unas carreras a cortar el aliento.
Nuestra temporada empezó en marzo, cuando aún hacía frío y lluvioso, con el show de Stephen Davison, organizado por el motoclub CMRVC de Cork, en preparación a la carrera Munster 100. El show fue genial como siempre, incluyendo un buen número de los mejores pilotos como Peter Hickman, Jack Kennedy y Brian McCormack.
Al día siguiente era el «Cork Motorcycle Show«, pequeño salón de la moto que fue un éxito dadas las circunstancias. Fue muy bueno estar de vuelta en el mundillo del motociclismo y volver a encontrarnos con otra gente que comparte esta misma pasión. Tuvimos conversaciones interesantes con el fotógrafo Stephen Davison, Wallace y Gillian de la revista Road Racing Ireland, y Roger de FBOS, entre otros.
Nuestra temporada de road races empezó en Tandragee. Nunca habíamos ido a Tandragee antes, y este año tuvimos una oportunidad de descubrir esta carrera. ¡Y qué mejor manera de celebrar mi cumpleaños que una road race! Como Emma tenía cole el viernes y Juan tenía que trabajar, nos fuimos bastante tarde hacia Armagh y condujimos casi del tirón. Nos quedamos en un B&B con una anfitriona muy simpática que nos hizo sentirnos en casa desde el primer momento.
El viernes había sido un día soleado, un buen día para las sesiones de entrenamientos después de un invierno muy largo. Por desgracia el sábado por la mañana despertamos al sonido de las gotas de lluvia en el velux… no un muy buen empiece para un día de carreras… Después de un buen desayuno irlandés, nos fuimos hacia el circuito. Empezamos con una vuelta al paddock, no paró de llover ni un minuto. Teníamos nuestros trajes de lluvia, y un paraguas grande. Cuando anunciaron la primera carrera, nos metimos en el campo enfrente del paddock. Empezaban las motos clásicas. Después de un poco de espera y unas vueltas de calentamiento, la carrera empezó.
Nos dimos cuenta que habíamos olvidado de coger algo para sentarnos. Anteriormente teníamos 2 sillas plegables, pero no pensamos en cogerlas. A cabo de un rato Emma empezó a estar cansada, Juan la llevó a hombros, y luego se cansó él. Entonces después de la carrera volvimos hacia el paddock. Vimos la primera salida de la segunda carrera, pero después de un rato más de espera y una charla amena con Andy Farrell, decidimos dejarlo para otra oportunidad e irnos. Por desgracia para los organizadores, la lluvia no paró, y cancelaron las carreras no mucho después de irnos nosotros.
Para nosotros, lo importante era haber podido volver a un paddock de road races, a pesar de no haber visto demasiadas carreras, nos fuimos contentos.
Para el domingo habíamos reservado unos billetes para el Observatorio de Armagh. No tiene nada que ver con las motos, pero es un entretenimiento estupendo para los niños, para un día sin carreras. Nos tiramos allí unas cuantas horas, y no nos dio ni tiempo de ver lo de afuera (tampoco hacía mucho día para estar fuera, habrá que volver). Solo nos fuimos porque ya había entrado el hambre y necesitábamos comida en condiciones. A Emma le encantó ver las estrellas, los cohetes, todos los juegos y actividades, ¡y a nosotros también! Esperamos poder volver a Tandragee el año que viene, con buen tiempo, ¡y volveremos también al Observatorio!
En el camino de vuelta, paramos en el Decathlon de Dublín a comprar 3 sillas plegables, ¡así estamos listos para la próxima carrera!
El fin de semana del 10 de abril, el Club West Cork Motorcycle Club celebraba su carrera anual de Dragster. Por fin Juan había conseguido registrarse para correr, y el sábado bajamos hacia Halfway para el escrutinio. Todo bien para la moto, pero por desgracia había visto en el último momento que los cascos deben tener menos de 5 años, y a pesar de tener muy poco uso, él de Juan tenía más de 5 años. Así que se acabó la carrera para Juan antes de haber empezado. El domingo bajamos otra vez, para ver las carreras como espectadores únicamente y nos quedamos un rato, hasta que le entró el el frío a Emma y nos volvimos para casa. ¡Lo intentaremos otra vez el año que viene!
Luego tuvimos un largo tiempo de espera hasta la siguiente road race. El sábado 18 de junio salimos de casa no muy temprano, dejamos nuestra maleta en el mismo B&B donde nos habíamos quedado la ultima vez que fuimos a Kells, hace tiempo ya, y nos fuimos hacia el circuito.
Esta vez estábamos mejor preparados con nuestras sillas plegables. La sesión de entrenamientos estaba ya bastante avanzada cuando llegamos. Estábamos en la misma curva que la primera vez que venimos. La sesión acabó no mucho después de que hubiéramos llegado, así que nos fuimos a dar un paseo por el paddock. Una vez más, fue un placer ver tantas caras familiares. Charlamos un poco con Yvonne Montgomery, y después de un rato más nos volvimos al B&B. Fuimos a cenar y fuimos a dar un paseo hasta la orilla del lago, un sitio muy bonito.
El domingo por la mañana nos fuimos hacia el circuito bastante temprano para poder elegir sitio alrededor del circuito. Pero al final nos volvimos hacia la curva del día anterior, y nos sentamos allí, cerca del pueblo (coche), del paddock, de comida y bebida. Y en un sitio seguro para los espectadores.
Las carreras empezaron bastante pronto, hacía más frio que el día anterior (y estábamos sentados a la sombra de un árbol), pero pudimos tener una buena dosis de carreras y hacer algunas fotos.
Por desgracia la jornada se terminó repentinamente después de un incidente un poco antes de donde estábamos. Por desgracia el piloto, muy joven, Jack Oliver, perdió la vida en el accidente.
Después de un tiempo de espera, se canceló el resto de las carreras y todo el mundo se fue. Fue todo muy triste, no había nada oficial aun, pero sabíamos lo que había pasado. El viaje de vuelta no fue muy alegre. Descanse en Paz Jack.
Durante el verano había un calendario bastante completo de road races a la vista. Intentamos ir a Skerries antes de irnos de vacaciones, pero los precios de los hoteles o B&B, si quedaban habitaciones, eran una locura. Así que lo dejamos. Estuvimos fuera la mayor parte del verano, visitando la familia, así que nos perdimos la temporada irlandesa de road races.
En el camino de vuelta a Irlanda desde Francia, nos paramos en Le Mans, para un evento llamado «The Big Car Show«. Reservamos un día de visita para el sábado y nos pasamos el día entero viendo bonitos coches, dando vueltas por los diferentes stands y lo que más le gustó a Emma fue el stunter Florian Bugs que era una pasada. ¡O quizás le gustó más el tiovivo, ya que cada sesión duraba 15 minutos! ¡No acababa nunca! ¡¡¡Y nosotros habíamos comprado 5 billetes!!!
Al final volvimos a casa y de vuelta a nuestra rutina, así que no nos quisimos perder la subida en cuesta de TwoHigs, organizada por el West Cork MCC el 18 de septiembre. Salimos de casa no muy tarde para un cambio, y llegamos a Clonakilty sobre las 11h. Nos sentamos (¡en nuestras sillas plegables!) no en el mejor sitio, pero bueno, un sitio no muy lejos de la salida, y desde donde podíamos ver pasar las motos. Estuvimos allí un par de horas, charlamos un rato con Stephen Davison, antes de volver a casa después de un rato. Otro día muy chulo.
¡Pero la temporada no acabó con la subida en cuesta! Decidimos ir al circuito de Mondello, cerca de Dublín, para el campeonato de los «Dunlop Masters Superbike Championship«. Habíamos querido ir anteriormente durante el año, pero nunca lo conseguimos. Así que al final, el 25 de septiembre, allá nos fuimos y llegamos sobre las 11 de la mañana. Nos fuimos hasta la tribuna que domina la primera curva y desde donde se ven también otras partes del circuito. Nos sentamos allí y empezamos a ver carreras y más carreras. Nos lo pasamos pipa. Estábamos bastante cercanos al circuito, bastante más que en todos los circuitos mas grandes a los que fuimos antes. Y el ambiente era muy similar al de las road races. Bueno hay que decir que muchos pilotos y equipos son los mismos que corren en la carretera.
Fue también nuestra primera vez viendo carreras de sidecares (bueno, vimos un par en la República Checa pero los sidecares eran bastante antiguos, lo que no quitaba espectáculo tampoco), era genial. ¡Me encantó! ¡Y a Emma también!
Después de unas cuantas horas viendo carreras, fuimos a dar una vuelta por el paddock y justo antes de la última carrera de Supersport, como ya eran las 4 de la tarde y teníamos que volver a casa, decidimos irnos a regañadientes. Emma quería «ver más carreras». ¡Desde luego volveremos a Mondello, un buen sitio para ver unas buenas carreras en un ambiente muy agradable!
Nuestra última salida del año no será para una carrera, pero con un poco de suerte, será el «Cork Toy Run» el 4 de diciembre.
¡Y cruzamos los dedos para una temporada 2023 llena de carreras!
V’s