Road Races
Crónica de viaje de novios- Segunda semana
Después de una primera semana de viaje de novios en el Connemara, el lunes siguiente, con la cabeza llena de paisajes, salíamos por unos 380km- más o menos 6 horas de ruta.
Las carreteras irlandesas son muy variadas: tenemos tramos de Nacionales muy muy anchos, con sitio para 3 coches y un arcén tan ancho como un carril, de cada lado, lo que hace que la gente adelanta aunque vengan coches de frente (lo que es un tanto sorprendente…). Los vehículos más lentos en general se echan al arcén para dejar pasar a los otros. En general la gente lo agradece poniendo las luces de emergencia.
Luego tenemos carreteras, también “Nacionales” mucho más estrechas, sin arcén, pero que también están limitadas a 100km/h! Solo un enfermo iría a esta velocidad por estas carreteras! Bueno, se mata vamos! A menudo la parte más a la izquierda está en muy mal estado y más vale ir por la parte derecha del carril.
Finalmente, hay tramos realmente en muy mal estado, con socavones y baches para romper la horquilla, la espalda y todo lo demás, a menudo también limitados a 100. Visto el estado de las carreteras marcadas en rojo en los mapas Michelin, hemos intentado evitar las marcadas en blanco (salvo error de orientación 😉 ).
También hay que contar con lo obligatorio de Irlanda: las ovejas… que fácilmente puedes encontrar cruzando una nacional limitada a 100km/h en buen estado.
Todo esto (menos los baches a acabar en el suelo) hace el encanto de Irlanda…
Entonces ya nos vamos camino de Irlanda del Norte, que no conocía (la última vez que estuve en Irlanda las cosas allí no estaban muy para hacer turismo. Por suerte los tiempos han cambiado). Ruta sin demasiado problema y sin lluvia. Llegamos a final de la tarde a Armoy, destino de nuestra segunda semana, también con una casita de alquiler. Esta vez unas antiguas cuadras transformadas en casitas. La nuestra era muy chula.
Después de una visita al pueblo para comprar algo para sobrevivir la noche, descansamos un rato. Ya iremos a comprar al día siguiente a Ballymoney.
A la tarde siguiente visitamos el Jardín Memorial de Joey Dunlop y de su hermano pequeño Robert, que nacieron en Ballymoney: el ayuntamiento, entre otros, les homenajearon con este bonito jardín.
El miércoles hicimos la única visita turística de la semana, por falta de tiempo. The Giant’s Causeway (La Calzada de los Gigantes) es un sitio protegido y muy particular con unas formaciones rocosas muy especiales de origen volcánico y puestas al descubierto con la erosión.
Bueno, a la vista de mi descripción tan aburrida, mejor dejo hablar las fotos…
Por la noche en el pueblo había un show de motos de colección organizado por la AMRRC, el club que organiza la “Road Race” desde hace 4 años en este pequeño pueblo, y razón principal de nuestra elección como destino de nuestra segunda semana.
Armoy es el pueblo donde vivía Joey Dunlop, su hermano Jim y sus amigos Frank Kennedy y Mervyn Robison, que formaban la llamada en la época “The Armoy Armada”, 4 amigos con pasión por la moto y muy buenos pilotos. Armoy era por aquel entonces el lugar de puesta a punto y entrenamientos (ilegales claro) para las carreras. El pueblo ha dedicado un parque a su memoria (el único que sigue vivo es el hermano Jim Dunlop), con una estatua de una moto y una reproducción en el suelo de los circuitos de Armoy y de la NorthWest 200.
Hace 5 años, el Club dirigido por el hermano de Frank Kennedy, Bill Kennedy, decidió de organizar una Road Race en el circuito que utilizaba “The Armoy Armada”.
Aquí estamos entonces viendo bonitas motos, en un ambiente familiar (todo el pueblo está allí) y la gente del club súper acogedora y simpática, que nos invitaron al café/bocata, y luego a ir al pub de enfrente donde hemos podido charlar con unas cuantas personas muy majas.
El jueves fuimos hasta el Museo de Ballymoney donde había un homenaje a “The Dromara Destroyers” 4 hombres de un pueblo vecino que en los tiempos de Joey Dunlop competían en carreras contra “The Armoy Armada”. Seguimos con una visita al Museo donde había una exposición sobre Joey Dunlop y las Road Races en general.
Para terminar guapamente, fuimos a hacer una visitilla al Pub de Joey Dunlop, que sigue siendo de la familia y el hijo mayor de Joey estaba en la barra.
Por fin llega el viernes… día de entrenos.
Por la mañana fuimos primero a hacer unas fotos a “The Dark Hedges”, una carreterucha bordada de hayas, que el fotógrafo Stephen Davison inmortalizó en su precioso libro “Between the Hedges” (altamente recomendado para los fans de Road Races o para hacerse fan).
Después de una buena sesión de fotos y una comida tranquila, fuimos hasta el pueblo y andamos por el circuito para intentar llegar a la última curva antes de la línea de meta. Por desgracia nos dejamos sorprender por el anuncio del cierre de las carreteras mientras estábamos paseando por el paddock.
Empezamos a correr para llegar hasta la curva en cuestión, pero es demasiado tarde, así que paramos en un campo abierto a los espectadores con un bar y un camión de fish & chips. Al final no está tan mal!
Los entrenos duran toda la tarde, la velocidad es impresionante. Hay un ligero bache en curva leve delante de nosotros, que hace que los pilotos pasan literalmente a una rueda en este punto. Pero lo más impresionante es la velocidad a la que van en ESTA carretera! Con sus bocas de alcantarilla, los postes de electricidad, los baches, y las no-escapatorias por los lados…
Guy Martin
Nos lo pasamos pipa haciendo fotos, una tarde estupenda con bastante gente que se para a hablar con nosotros, los vecinos que te invitan a una cerveza…
Hacia el final de la tarde, por desgracia empezó a llover, un buen chaparrón de más de una hora que obligó la organización a parar los entrenos, y finalmente a posponerlos al día siguiente. Volvimos al paddock bajo la lluvia (de hecho, teníamos acceso por el interior del campo cuando la carretera estaba cerrada…) mientras decidían qué hacer con los entrenos. Allí vimos a Guy Martin y Michael Dunlop (que conociéramos vamos), todo está abierto al público, se pueden ver a los pilotos y las motos sin problema.
Una vez la carretera abierta otra vez, pudimos volver para cenar y descansar, para estar frescos para el gran día.
Sábado es el gran día. Salimos con antelación esta vez, para no hacer la misma tontería del día anterior con el cierre de las carreteras. Encontramos un sitio estupendo en “Acheson’s Leap” con una vista tremenda a un cambio de rasante…
Charlamos con nuestros vecinos de muro (estamos en un terreno en venta, detrás del muro del jardín, a 2 metros de la carretera) mientras esperamos a que empiece.
El día empieza con los entrenos que no pudieron hacer el día anterior por la lluvia. El día es soleado, con buena temperatura 23-25°C, y alguna nube de vez en cuando.
En este punto también la velocidad es impresionante, y los saltos también, es genial. Estamos realmente cerca de los pilotos.
Y por fin empiezan las carreras, 10 en total. El número de vueltas de alguna carrera ha sido reducido para poder hacer los entrenos que faltaban y luego las carreras.
Las carreras son simplemente impresionantes, de locura, la velocidad, las condiciones de la carretera, la proximidad, el ambiente. Para mi gusto realmente mucho más apasionante que MotoGP (tampoco es criterio de excitante últimamente…) o Superbikes, o cualquier otra carrera que haya podido ver en circuito. Además de ser mucho más fácil para hacer fotos chulas sin tener una cámara profesional 😉 .
Nunca he dicho tantas veces “buahhhh” en vida… el viernes y el sábado, nuestros vecinos nos preguntaban “es vuestra primera vez no?” 😀
Ahora las fotos:
Doc John
Guy Martin
Davy Morgan
Andy Farrell
Jamie Hamilton
Rodney Patton & Jeremy Mc Williams
Michael Dunlop
Davy Morgan
Derek Mc Gee
William Dunlop
Michael Dunlop
Lo único “malo” es que como no conozco (todavía) los pilotos, no es lo mismo para seguir la carrera que cuando conoces y esperas a que tal o cual pase y vuelva a pasar. Pero en cambio, aprovechas bastante el espectáculo, los saltos, los adelantamientos, las acciones de carrera, también si los tíos no son los mejores (bueno, se veía igualmente bastante la diferencia de nivel entre los primeros y los últimos).
En resumen, por la proximidad, la velocidad, el ambiente, para mi es la mejor manera de vivir las carreras de motos. Armoy es una “pequeña” carrera, el circuito es corto (3.03miles = 4,9km), organizada por gente del pueblo (también pequeño: 414 habitantes según la Wikipedia), muy bien organizado, y los pilotos no tienen la presión del TT de la Isla de Man y son probablemente más accesibles.
La gente de allí nos dijo que, aparte de volver a Armoy 😉 , teníamos que ir al Ulster Grand Prix (mas que la NorthWest 200 que es más turística), y claro, al TT de la Isla de Man.
Los pilotos son chicos y hombres de todas las edades, y gente apasionada realmente. Visto el importe de los premios, hay pocas posibilidades de vivir de ello; más bien deben de gastarse bastante más de lo que ganan… un hombre de allí nos dijo que algunos pilotos devuelven el importe de los premios a los clubs organizadores.
En fin, esperamos poder volver pronto…
Las carreras terminaron sobre las 17h, la carretera volvió a abrir y fuimos a dejar nuestros bártulos antes de volver al pueblo a por un par de pintas o tres… Allí otra vez charlamos con gente muy maja durante un par de horas o tres… antes de finalmente decidir ir a casa. Al pasar delante del segundo pub del pueblo, un chico con él que habíamos charlado antes en el otro pub nos llama. Cruzamos. Michael Dunlop estaba allí tomando una cerveza y charlando y pudimos charlar un rato con él, y hacernos una fotos muy malas con el móvil (el móvil no se decidía a hacer la foto). Una charla muy simpática con un chico muy majo.
En fin, tuvimos que volver a casa… sin muchas ganas…
El domingo llovió casi todo el día… así que aprovechamos para descansar…
El lunes teníamos que emprender otra vez ruta, para nuestra tercera semana, en el Sur de Irlanda. 547km, 6 horas según Google…
Continuará…
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