Paseos, Viajes
100.000km
Este post es un artículo que fue escrito para y publicado en la revista «La Moto» de Mayo 2010:
Empecé a interesarme por las motos con 14 años, pero no fue hasta 10 años más tarde que decidí, con la excusa de facilitar mis desplazamientos al trabajo, sacarme el carnet y comprar mi primera moto, una Kawasaki ZZR250 comprada con 20.000km y vendida 3 años después con casi 80.000km. En Mayo del 2005, compré mi segunda y actual moto, una Suzuki SV650S, principalmente por su línea (estéticamente me gustan más las RR, pero no se adaptan demasiado a mi conducción… “tranquila”), y por su carácter de bicilíndrica.
Aparte de usarla para los desplazamientos diarios al trabajo, también me gustan las salidas domingueras pero sobre todo, cuando realmente disfruto de la moto es viajando.
La verdad es que esta moto no es la más adecuada, a nivel de posición de conducción para este propósito, menos para mi metro sesenta, pero bueno… todo es acostumbrarse, y en todo caso tengo que reconocer que a nivel de comportamiento y fiabilidad, sólo me ha dado satisfacciones.
Aquel mayo del 2005, decidimos bautizar la moto pasando un fin de semana en el camping motero de Anzánigo. El viaje fue bastante duro para mi marido que me seguía con una 1000 deportiva, ya que por el rodaje, no pasaba de 108km/h…
Mallos de Riglos 2005
A la vuelta fue peor, ya que tardamos unas 11 horas para recorrer los 350km… no por la velocidad punta, sino por la velocidad media, porque paraba cada dos por tres para practicar mi segunda afición: la fotografía… Y es que esta zona del Pre-pirineo (Aragonés y Catalán) da mucho juego para ello.
Ese mismo año, para asegurarme de probarla bien, y llegado el verano, fuimos a mi primera concentración de motos, también en el Pirineo Aragonés, y tuvimos unas vacaciones de unos cuantos kilómetros… primero sola para hacerles una visita a unos amigos en Marsella y Lyon, y luego ya otra vez acompañada de mi marido, hasta Asturias y Galicia (Ferrol y Sanxenxo).
Isla de la Toja 2005
En los siguientes años, hicimos unos cuantos viajes más, principalmente por España (en desorden, y algunos sitios varias veces: Cazorla, Almería, Madrid, Valencia para el SBK, Teruel…). Sin olvidar Asturias y Galicia donde vamos cada verano, siempre por la misma ruta que pasa por el pre-pirineo. En alguna ocasión paramos por el camino por la zona, sea del lado español (Biescas)
Camino de Bielsa 2008
o francés (este verano en Cauterets, pasando por muuuuuuuchos puertos del Tour).
Camino del Col d’Aspin – 2008
Mirador del Fito – Asturias 2009
Mirador de San Andrés de Teixido – Galicia 2009
También hemos hecho alguna incursión al país vecino, por la zona de Lyon, y con parada obligada por razón mecánica (cambiar el kit de transmisión por mala cabeza y mal mantenimiento- mea culpa… sólo me pasó una vez!) en el precioso pueblo y zona de Millau y les Gorges du Tarn.
Viaducto de Millau – 2007
Para los viajes, hemos comprado unas alforjas Basgster, y para los viajes en dúo utilizamos también una bolsa sobredepósito (que no puedo utilizar en solo, porque el depósito es ancho y alto, y no llegaría bien a los semimanillares…).
La mayoría de viajes se hicieron entre mayo y septiembre, aprovechando fines de semana largos y vacaciones. Para los viajes, siempre intentamos encontrar rutas por carreteras secundarias reviradas, tardando bastante tiempo, disfrutando de la ruta, de los paisajes, y parando cada vez que se puede (y que me deja mi marido) para hacer fotos. Aunque muchas veces la vuelta de vacaciones se hace con menos tiempo y por autopistas/autovías aburridas.
La mayoría de los viajes los hice conduciendo yo, aunque en alguna ocasión, probé el asiento trasero de mi moto para viajes largos, ya que para ir en dúo, el asiento trasero de la moto de mi marido quedó totalmente descartado. En la SV, la posición yendo de paquete no es incómoda, incluso diría, más cómoda que la posición de conducción, porque se puede ir bastante recto, aunque el mullido del asiento se hace un poco incómodo después de muchas horas sentada.
En estos 4 años y pico, también hice con ella bastantes rutas domingueras, por Cataluña, dirección Tarragona, o Girona, en grupo, en solitario o en dúo, de paquete o conduciendo. La cuestión es disfrutar de la carretera, de las vistas, y de la compañía (casi siempre cerrando el grupo)… y al poder ser “repostando” por el camino butifarra con patatas.
Pantano de la Llosa del Cavall – 2009
Camino del Port de la Bonaigua – 2009
A lo largo de estos 100.000km, no he tenido ningún problema mecánico, sólo un fallo eléctrico (se fundió el fusible principal, por un cortocircuito provocado por el roce de la cadena antirrobo con un cable debajo del asiento), y aparte del mantenimiento normal y corriente, le he cambiado por desgaste y/o mejora el amortiguador trasero y los muelles de la horquilla (ver resumen de mantenimiento). Hasta la fecha, ni he tenido que cambiarle una bombilla. Y la batería, de momento, aguanta lo suyo.
El único “extra” ha sido añadirle puños calefactables que vienen de cine para los viajes y rutas en invierno.
30/01/2010 100.000km
En conclusión, en los 100.000km recorridos con ella, con sol, calor, lluvia o frío, no me he podido quejar ni una vez de su comportamiento. Es una moto bastante divertida de conducir, quizás más adecuada para un uso “dominguero” en recorridos cortos-medios, aunque tiene un comportamiento intachable en viajes largos, la única pega es la posición de conducción que acaba machacando la espalda. A día de hoy, no tengo pensado cambiarla por otra a corto-medio plazo, así que espero que me dure como mínimo unos 100.000km más… y con muchas más fotos!
V’s