Paseos, Viajes
150.000 km
En enero del 2010, mi SV y yo cumplimos 100.000km recorridos juntas, los cumplimos en menos de 5 años.
La vida da muchas vueltas, y al año siguiente nos íbamos (juntas) a vivir a París. París no es el mejor sitio para disfrutar de la moto, ya que es todo plano, hay que recorrer 400km para encontrar curvas. Por lo tanto la media de kilómetros bajó drásticamente mientras vivimos allí.
Aun así fue durante los 4 años en París que hicimos los 2 viajes más lejanos hasta la fecha:
Irlanda para nuestro viaje de novios –que nos iba a cambiar la vida- (hacer click en las imágenes para llegar a los posts)
y al año siguiente, por la República Checa
y Austria.
También tuvimos alguna que otra oportunidad de descubrir un poco de Francia, principalmente el Este:
Reims
zona que desconocía por completo.
En el 2015 nos mudamos otra vez, esta vez a Irlanda. Los dos primeros años tuvimos buenas oportunidades de seguir conociendo este bonito país, con zonas que no conocíamos aún, incluida la donde nos instalamos:
East Cork,
West Cork,
Gougane Barra,
Península de Beara,
The Vee,
North Cork,
este último siendo ahora el patio de mi casa, con bonitas carreteras sin casi nada de tráfico, y bonitas vistas.
Con también vacaciones más largas para visitar Antrim
y Donegal.
El kilometraje a partir de mitad de 2016 bajó ya a casi nada, con la espera y la llegada de Emma. Los dos primeros años en Irlanda recorrimos un total de 5000km… Y los últimos 2, cuento que unos 500 lol.
En todo caso, lo importante no es la cantidad sino la calidad, y aunque no hemos cogido la moto tanto desde que cumplimos los 100.000, hemos descubierto sitios mas lejanos con gente diferente.
Así que finalmente, el primer sábado de septiembre, de vuelta de desayunar en “Ballyhoura Mountains”,
cumplimos nuestros 150.000km juntas.
Desde el 2010, aparte del mantenimiento normal y cambios de neumáticos, esto fue lo que hice:
-Antes de irnos de Barcelona, cambié el embrague, no porque diese ningún tipo de problema, sino porque no sabíamos cuando volveríamos a encontrar un mecánico de confianza. Porsiaca…
-Camino de París, cambié por primera vez la batería. Se volvió a cambiar en el 2017, pero por la falta de uso y la humedad del último año.
-Para el viaje de novios compramos un baúl y maletas laterales Givi, con soporte SV-Motech, muy prácticos para los viajes largos.
-Cambié el asiento delantero cuyo mullido se había terminado de fastidiar en el ferry del viaje de novios. También cambié la cúpula por estética ya que llevaba rayada desde el 2005, recuerdo indeleble de mi estancia en Marsella…
-Al llegar a Irlanda hemos cambiado la junta del escape, que se había desintegrado por completo.
-El único fallo que dio la moto en 150.000km era que, cuando llovía MUCHO y durante mucho tiempo, entraba agua en el hueco de la bujía delantera, y al cabo de un rato, la moto se me quedaba en un cilindro, y se calaba. Al llegar a Irlanda, cambiamos el capuchón de la bujía. En el viaje largo que hicimos al norte nos llovió a la vuelta, y no me dio el problema. A la vuelta de la Munster 100 este año, Juan pilló el diluvio universal (40km) y tampoco dio el problema. Así que visto lo poco que cojo la moto, como tampoco la cojo cuando dan lluvia, supongo que ya no me dará mas el problema en muchos años lol.
-Durante las vacaciones 2016, a ratos la moto no quería arrancar, y nos diagnosticaron fallo del motor de arranque. A la vuelta de vacaciones, Juan reparó el motor de arranque cambiando las piececillas de dentro.
-Quitamos los puños calefactables que habían dejado de funcionar unos años atrás, y hemos vuelto a poner puños originales. Si total para hacer 500km al año como mucho, no voy a sacar la moto con frío! Lol
Después de 150.000km sigo sin intención de separarme de ella, me sigue gustando mucho y ninguna moto moderna me atrae. Así que aunque no llegue a hacer 500km al año, todos los que hago los disfruto al máximo.
Supongo que tardaré unos muchos años para cumplir los 200.000km, pero solo espero poder seguir disfrutando cada uno de ellos, con bonitas carreteras, bonitos paisajes y la mejor compañía.
V’s
Viajes
Una vuelta por Europa: Austria
Nuestra primera semana de vacaciones estuvimos de «Road Races» en la Republica Checa: TT de la República Checa
Después de una semana en la República Checa, salimos hacia el destino elegido con el mapa y un poco de casualidad: Austria. La verdad es que nos equivocamos al hacer la reserva y acabamos por suerte en un sitio muy chulo a unos 50km de Viena, cerca de una zona montañosa, en los pre-Alpes. Habíamos alquilado una casuca con balcón con vistas al campo y las montañas. Los dueños tenían una granja y campos, y eran muy muy majos. Tardé una semana en volver a encontrar 4 palabras del alemán que estudié hace años, pero por suerte el hijo hablaba inglés perfectamente.
Tardamos unas cuantas horas en recorrer los 380km, nos perdimos un rato, nos encontramos con una Kdd solidaria de Harleys después de Viena, que tuvimos que seguir a ritmo de paseo por la autopista durante unos 30km, y cuando llegamos a las 18h15, el supermercado estaba a punto de cerrar y nosotros sin nada para cenar y desayunar. Sin problema, nos indicaron un restaurante en el pueblo donde cenamos muy bien (eso sí pillamos lluvia a la vuelta).
El primer día en Austria fue para desayunar (estaba en opción con el alquiler: desayuno con productos caseros: mermeladas, pan, brioche hechos por la señora dueña, fresas y arándanos de su jardín, y charcutería, quesos, zumos de otras granjas de la zona… todo riquísimo! ), ir a comprar víveres para la semana, descansar, y dar un pequeño paseo andando por los alrededores de la granja.
El segundo día fuimos a hacer nuestra primera ruta de curvas. Hacía sol cuando salimos, pero en varios sitios del horizonte se veían nubes. Estando en zona de montaña, había alguna posibilidad de lluvia. Recorrimos una zona plagada de curvas, y de moteros, con carteles invitando a los moteros a ir despacito… y bares en los pueblos indicando “bikers welcome”, probablemente el terreno de juego de los moteros de Viena…
Cuando paramos a comer nuestro picnic en un pueblín, empezó a llover un poco. Justo había una mesa con un banco bajo techo, no necesitábamos más! Emprendimos la marcha otra vez, pero acortamos la ruta prevista porque se vislumbraban nubes bastante feas, no sin antes ponernos el traje de lluvia. Efectivamente, empezó a llover al poco tiempo y bajamos por carreteras al principio bastante “llanas”, que luego se convirtieron en pendientes bastante fuertes, y en mojado, y eso durante 55km… íbamos pisando huevos.
Acabamos en una gasolinera para descansar antes de recuperar la autovía que nos llevaría más rápido de vuelta al alojamiento. Había parado de llover. Cogimos la autopista (teníamos unos 90km), y a los 15km más o menos, empezó a caernos encima el diluvio universal, de estas tormentas de verano que en principio duran un máximo de 15mn… salvo que ésta nos duró eso, unos 70km… a ratos no veíamos gran cosa, y por suerte, habían algunos túneles, benditos túneles!!! Uno de ellos de más de 5km, lo malo era cuando llegaba la salida y veías que del otro lado seguía igual. Se me calaron los guantes primero… y el resto en puntos… conseguimos llegar y lo más complicado fue encontrar sitios para colgarlo todo para que secara!
Al día siguiente habíamos previsto ir a ver unas carreras de enduro a unos 15km, pero seguía todo- trajes, botas, cascos, guantes- mojado. Así que pusimos todo a secar en el balcón (que hacía un sol espléndido) y tomamos otro día de descanso. Pedimos periódicos a los dueños para meter en mis guantes que no secaban nada.
Al día siguiente, 15 de agosto y festivo allí también, hacía de nuevo buen tiempo, así que decidimos volver a la ruta que no habíamos podido completar antes. Esta vez tuvimos buen tiempo y temperatura, muchos moteros habían tenido la misma idea, y pudimos disfrutar de los paisajes y curvas de la zona durante todo el día y sin mojarnos.
Al día siguiente tocó descanso y paseo andando por arriba de la granja, entre campos y bosque.
A la mañana siguiente tocaba levantarse temprano, por desgracia para dejar este sitio tan chulo y esta gente tan maja, para volver poco a poco hacia la realidad y el final de las vacaciones. Pero antes tocaba una última etapa (realmente no queríamos volver jejeje), en un hotelito a unos 20 km de Innsbruck: aun en Austria, en los Alpes, región del “Tirol”. Nos levantamos a las 5h00, y tras desayunar, terminar y colocar las maletas, arrancamos… bueno, yo arranqué, pero Juan no, porque a su moto no le daba la gana. Tras un pequeño susto de media hora, al final se decide (igual ella tampoco quería volver!). Al final salimos poco antes de as 8h00. Tocaban unos 430km, y tardamos, unas 11 horas en llegar, pero esta vez porque paramos bastantes veces a hacer fotos, ya que los paisajes eran una pasada y valían todas las paradas.
La ruta pasaba por algún puerto, uno de ellos de pago: Gerlosspass.
No comenté antes, en Austria se puede circular por autopistas comprando una viñeta. Para las motos cuesta 4,90€ para 10 días. Después hay algún tramo de autopistas o carreteras (en general con túneles) que son de pago adicional, y también algún puerto de montaña (cosa que desconocíamos). Lo suyo habría sido comprar viñeta de los puertos (13€ para 10 días) para circular por esta zona, y evitarse sorpresas, pero como no lo sabíamos, compramos la viñeta solo para este puerto (5,50€ con pegatina incluida 😀 ). La verdad es que tampoco nos dolió mucho porque las vistas eran maravillosas, en la subida, a una cascada gigante que bajaba la montaña, y en la bajada, unas vistas preciosas a una montaña y un lago.
Subiendo a Gerlosspass
Vista a Speicher Durlassboden
La carretera también está en muy buenas condiciones. Al final de esta carretera, como se nos hacía tarde, cogimos la autopista hasta después de Innsbruck. Esta autopista es una pasada, se está rodeados de montañas. Estábamos alojados en un pueblo cerca de Seefeld in Tirol. Llegamos sobre las 19h30. Habían terminado el servicio de cena (en el hotel se cenaba a las 18h30), así que fuimos a un restaurante del pueblo (tampoco habían muchos abiertos…) donde servían hasta las 21h30 (unos Italianos se quedaron sin cena).
La zona era muy bonita, también rodeados de montañas, que a veces salían de las nubes, y volvían a desaparecer a los cinco minutos…
El primer día no pintaba muy bien ya que estaba lloviznando mientras desayunábamos. En todo caso, dada la paliza de moto del día anterior habíamos previsto descanso… pero no nos dejó el dueño del hotel que nos dio mapas y consejos para hacer una pequeña excursión (1h40) andando arriba del pueblo, por el bosque, hasta un sitio donde la vista debía de ser muy bonita. Así que empezamos la subida por el camino bien indicado, en medio del bosque. Lo que pasa es que el camino en cuestión estaba bordeado de fresas silvestres y arándanos, así que estábamos parando cada dos por tres para comer… y a la hora y media de caminar, ni habíamos llegado a una casita arriba de las pistas que se veía desde el pueblo.
Llegamos a la casita finalmente e intentamos seguir un camino que nos había indicado este hombre; pero el camino en cuestión estaba bastante encharcado y no llevábamos ni mucho menos el calzado correcto, y encima empezó a llover así que volvimos a la casita y aprovechamos para comer nuestro picnic bajo un trozo de techo… y a esperar que parara un poco.
En un rato más nos encontramos en las nubes, y el tiempo de sacar la cámara y cambiar el objetivo para hacer foto de los pinos en la niebla, ya se habían ido las nubes… en fin, la lluvia se hizo menos intensa y volvimos tranquilamente hacia abajo por un camino más corto con bastante pendiente (si la tenemos que subir no llegamos ni en broma).
La cena en el hotel era muy temprano, a las 18h30 teníamos que estar allí. Juan tenía que re-cenar algo más tarde, que casi era más hora de merienda que de cena…
Al día siguiente teníamos previsto una ruta un tanto larga que consistía en ir hasta el famoso “Passo dello Stelvio” que nos quedaba “a mano” (unos 155km), y volver por el puerto del “Passo del Rombo”- pero éste segundo era de pago (11€ x 2 motos), y como no habíamos cogido la viñeta de Puertos, decidimos pasar del tema y volver por el “Jaufen Pass/Passo di Monte Giovo”.
Así que pa’lla vamos, con un pequeño desvío por Suiza ya que nos han cerrado un tramo del “Reschenpass/Passo di Resia”. Las vistas preciosas y las carreteras una pasada.
Llegamos entonces a la famosa carretera desde Trafoi. Creo que no olvidaré nunca el intento de subida al Passo dello Stelvio… pero por lo mal que lo pasé. Primera curva en “horquilla”, me encuentro en el carril contrario… empezamos bien. En fin, seguimos, segunda, tercera (además van numeradas, empiezan abajo por la numero 48 creo…), la carretera es muy estrecha, hay que abrirse en el carril contrario en la parte de abajo para poder coger la horquilla. El problema viene cuando no te puedes abrir abajo porque viene un vehículo de frente, y te quedas pegado a la derecha, y cuando consigues subir, acabas completamente a la izquierda… lo que me pasó en la sexta curva, solo que venían 2 motos de frente y me asusté, mucho… y preferimos dar la vuelta… bueno, más bien Juan dio la vuelta a mi moto, y me abrió camino para volver hasta Trafoi; en bajada no me resultaron más fáciles las curvas ésas.
En fin, en Trafoi aparcamos las motos y fuimos a comer unas pizzas gigantes, buenas y baratas e intenté recuperarme de los nervios que había pasado.
El mayor problema con estas curvas es que, como no llego bien al suelo y que la carretera no es llana, a veces no puedo poner pie a tierra para recuperar el equilibrio, y tuve miedo de caerme, que no estaba entre los planes de vacaciones… Una vez más o menos recuperada, Juan me convenció para subir otra vez, pero los 2 en mi moto, conduciendo él, y así fue, y subimos, y valió la pena (nunca mejor dicho). Las nubes habían despejado las cumbres y tuvimos arriba unas vistas maravillosas sobre las cumbres nevadas, y la famosa carretera. En el puerto, compramos la pegata “obligatoria” (que no sé dónde se ha metido la jodia, imposible encontrarla :/ *), y alguna postal para la familia (que te sellan como que has estado en el puerto más alto de los Alpes- ya que parece que el puerto más alto, el “Col de l’Iseran” en Francia, han hecho trampa para llegar a los 2770m que venden jejeje), hicimos unas cuantas fotos, nos encontramos con una pareja de españoles con una Wildstar (que tampoco había disfrutado mucho de la subida el pobre…), vimos que la carretera del otro lado parecía bastante más “subible”, y volvimos a bajar tranquilamente hasta Trafoi para recoger la moto de Juan, y volver por el mismo camino ya que con todo esto se nos había hecho tarde, y si volvíamos por el itinerario previsto, no llegábamos antes de la noche ni en broma.
Para la próxima, como tenemos que volver para comprar la pegata**, ya sabemos por donde tengo que subir yo, al menos que cambie de moto entre tanto a una más manejable (pero no está previsto de momento).
En fin, se nos estaban acabando las vacaciones, al día siguiente-viernes- ya teníamos que emprender el viaje de vuelta. En teoría unos 900 y pico kilómetros, en mayoría por autopistas alemanas, pero tuvimos 2 problemas: 1- Salimos tarde y 2- no tenía ganas de volver, así que dije de evitar autopistas y hacer etapa si hacía falta.
Esto engendró el problema n°3: cogimos el “Fernpass”, que por lo visto cogen toooodos los Alemanes, los camiones, las caravanas… y luego pasamos a lo largo de la “BodenSee”, lago gigante entre Suiza y Alemania, donde por lo visto van tooooooooooooooodos los Suizos y Alemanes a pasar el fin de semana… Total que fue un infierno de colas de coches. Conseguimos salir del infierno y llegamos a Colmar, Francia a eso de las 17h, sin más ganas de hacer etapa. Seguimos hasta Nancy pero no por el túnel sino por carreteruca de curvas… mala idea, pillamos un atasco por un accidente y varios camiones, y Juan estaba reventado… Tardamos una hora en recorrer unos 20km…
Paramos a cenar y reponer fuerzas y al final no tuvimos más remedio que recuperar la autopista, dando un rodeo de unos 100km por Troyes, pero por lo menos llegábamos… Al final llegar, llegamos, a eso de las 2h00 de la mañana, tras 17 horas encima de la moto, molidos y con un chaparrón de bienvenida a media hora de casa, antes del peaje… Bienvenidos a París! Se acabó lo bueno!
No estuvieron de más los 2 días de descanso antes de volver a currar!
Vacaciones 2014: 5076km, 1000 fotos (se quedaron en 350 después de la selección), 6 fronteras/países visitados, 1 diluvio universal, unos cuantos puertos subidos y bajados, paisajes memorables, encuentros y charlas muy interesantes, bastante improvisación (la última no la mejor), y muchas, muchas sonrisas.
**Han pasado unos 15 días entre que redacté la crónica y que la publico, y hace un par de días o tres, han aparecido las pegatas 🙂 . Lo malo es que ya no tenemos esta excusa para volver allí, lo bueno es que podemos encontrar cualquier otra excusa si queremos volver 🙂 .
V’s