Viajes
Crónica de viaje de novios- Primera semana
Este año 2013 nuestras vacaciones eran un tanto especiales ya que hacíamos nuestro Viaje de Novios. Destino: Irlanda. Porqué? Yo he ido 3 veces a Irlanda (cuando era joven), la última por una temporada de 7 meses cuando era estudiante como « chica au-pair », y tenía tan buenas memorias que me había prometido volver algún día. Y tenía ganas que Juan conociera también a este país para poder compartir con él mi amor por este país. Era la ocasión!
Habíamos previsto ir con las 2 motos, también era la ocasión dados los gastos multiplicados.
Hemos tardado un poco en la preparación del viaje, compra de maletas para la SV, puesta al día del mantenimiento de las motos, preparaciones diversas para el viaje, listas interminables de cosas que no tenemos que olvidar (eso soy yo…).
Antes de conocer a Juan siempre tenía mis cosas listas con mucha antelación… pero desde hace ya un tiempo, siempre acabamos haciendo la maleta en el último momento (bueno, pero con la lista eh, tampoco hay que exagerar 😉 ) la mañana de la salida, y al final, siempre acabamos saliendo a eso de las 11h…
Por fin, esta bonita mañana de sábado 13 de julio, ya estamos listos, a eso de las 11h pues (ni hecho a posta oiga)…
La idea para la ruta era evitar los peajes y coger la Nacional 12 en Versalles, y luego pasar por Evreux, Dreux, Lisieux, Caen, y hacer noche en Bayeux. Tenía mi GPS activado, en forma de papel pegado al depósito (no hemos conseguido encontrar un “portamapas” con imanes para poner en el depósito, solo bolsas sobre depósito enormes…), y Juan se encargaba del verdaderos GPS en forma de Tom Tom regalo de mi suegro (gracias!), en caso de avería del mío 😉 , que nos ha sido muy útil la verdad.
Viaje tranquilo y aburrido, con parada bocata en un área de descanso, tiempo ideal, sol pero no demasiado calor, estamos de vacaciones!
Llegamos a Bayeux a mitad de la tarde para refrescarnos un poco y visitar la Catedral antes de ir a cenar…
Cena demasiado larga en llegar, y aunque habíamos previsto ir a ver los fuegos artificiales (el 14 de julio es fiesta nacional), estábamos tan cansados que nos hemos quedado dormidos… los oí en mi sueño… Juan ni eso…
A la mañana siguiente salimos después del desayuno y de la instalación de las maletas varias, dirección Cherbourg donde nos esperaba el ferry.
Llegamos (demasiado) temprano, tuvimos que hacer tiempo antes de comer unas copiosas pizzas. Para luego ir hacia el puerto de embarque donde llegamos 2 horas antes, y estuvimos esperando con todos los demás (coches, caravanas, autocaravanas, motos, camiones…)… y cabremos todos?
Más o menos una hora antes de la salida, nos llaman para el embarque, las motos primero. No nos dimos cuenta enseguida pero nos separaron para aparcar, mi moto en la fila de la izquierda, y la de Juan en medio. En principio no es un mayor problema, pero cuando entre ambos hay 3 filas de coches aparcados los unos contra los otros, no es muy práctico para llegar hasta el otro cargado con las maletas… En fin. Cuando llegamos nos dicen « tenéis las cinchas y las calzas, apañaros ». Menos mal que estaba una pareja de Belgas muy simpáticos delante de mí y me ayudaron a atar la moto al suelo (bueno, más bien la ataron ellos…). Después de sacar las maletas y el baúl, fui a ver cómo andaba Juan. Problema con su moto: cuando le pone la cincha atando a la izquierda, la moto se cae hacia la derecha. Probamos atando por la derecha, también se cae hacia la derecha… Desesperados, llamamos a un empleado del ferry… con un par de calzas o tres debajo del basculante la moto ya no se mueve. Menos mal… Al final conseguimos reunir todas nuestras cosas (2 maletas, 1 baúl, las alforjas, 1 mochila, 2 cascos…) y llegar a nuestro camarote. Todo lo que no habíamos sudado en la ruta gracias a las temperaturas ideales lo hemos sudado en media hora en la bodega del ferry… un horror…
Después de una buena ducha, nos damos un paseo de visita al ferry. Primero los puentes exteriores para ver el ferry salir del puerto y llegar en alta mar. La mar era muy calmada y todo el mundo estaba en los puentes exteriores.
El viaje en ferry (16 horas ni una menos) fue muy agradable, el ferry está muy bien equipado para hacer el cruce llevadero: cafés, pubs, restaurantes, un cine, una tienda… todo con precios normales (podrían abusar como en otros sitios ya que no tienes más remedio… pero no es el caso).
Hemos tenido de bonus una bonita puesta de sol, la compañía de 3 alcatraces que seguían el ferry, una cena “bocata” en el puente en “solitario” (con viento, eso sí…) y nuestra primera Guinness en el pub a la luz de la luna… aun con un mar plano que ni nos dábamos cuenta que estábamos en medio del mar navegando.
Después de una noche tranquila llegamos a la hora prevista en Rosslare, co. Wexford, República de Irlanda.
Bajamos a la bodega, desatamos las motos (yo con la ayuda de la simpática pareja de Belgas de delante), mi asiento un tanto deformado por las cinchas a pesar de las protecciones pero bueno… ponemos maletas, baúl etc… y bajamos del ferry bastante rápido (personal muy eficaz la verdad).
Después de una parada a pie de ferry para terminar de vestirnos de moteros, por fin empezamos la ruta, por la izquierda claro… lo más complicado siendo las (numerosas) rotondas. No que te vayas a equivocar de sentido, sino sobre todo para acostumbrarse a mirar hacia la derecha antes de salir, no a la izquierda…
Teníamos un buen tramo de ruta que recorrer ese día ya que íbamos directamente hacia el Connemara, punta Oeste de Irlanda (Rosslare estando al Sur Este). No tanto en kilómetros (370) sino que, en Irlanda, según las carreteras, y contando las paradas cada 150-200km para echar gasolina y descansar el culo, los kilómetros se convierten rápido en muchas horas. Y sabiendo que el ferry llegaba a las 11h30, y contando el tiempo de desembarcar y encontrar un sitio donde comer algo rápido, no podíamos tardar mucho en continuar para no llegar demasiado tarde y poder cenar algo antes de que todo cerrase.
Efectivamente, al final llegamos a eso de las 20h30, sin lluvia, pero con viento lateral en buena parte de la ruta, por nacionales más o menos anchas, un mini tramo de autopista, y un buen atasco para rodear Galway.
La llave estaba en la puerta. Descargamos corriendo todas las maletas/alforjas y sin cambiarnos, cogemos las motos y bajamos al pueblo (unos 3km de carretera de campo, con una parte apenas reasfaltada “a la francesa”- es decir con gravilla…).
Aparcamos en lo que parecía la calle principal y dimos una vuelta a todos los pubs (casi lo único que había en la calle). Las cartas se parecían y no eran precisamente baratos. Nos dimos cuenta luego que el pueblo vive del turismo principalmente y aprovecha…
Al final nos decidimos por uno de los pubs, escogimos bien, tenía una vista muy bonita a la bahía, el servicio fue agradable, la comida buena (no muy copiosa para Juan), un poco caro… pero bueno, pudimos cenar que era lo importante.
La verdad es que estábamos un poco cansados de la ruta así que volvimos directo para instalarnos. Habíamos cogido un alquiler para la semana. Eran unas casitas adosadas, que durante la ocupación inglesa eran las casas de los guardacostas (y sus familias). En el momento de la Independencia el sitio fue quemado. El actual propietario las reconstruyó enteritas y las alquila para las vacaciones. La vista a la bahía es tremenda, desde la habitación y el salón. El sitio es de ensueño.
El alojamiento:
La vista :
Y al propietario le gusta mucho charlar y contar anécdotas sobre la historia del lugar y de la región, lo que es muy agradable.
La primera semana fue cuando más kilómetros recorrimos, en forma de vueltas por el Connemara y hacia un poco más arriba, county Mayo. Tres días seguidos hemos hecho unos 180-200km al día, casi todo el día encima de la moto.
El Connemara es un lugar muy bonito, mágico. Estamos rodeados de montañas que parecen terciopelo verde, con vegetación montañosa, unos lagos de montaña, y sin embargo estamos al lado o a unos kilómetros del océano. Para resumir, rulábamos, nos parábamos para hacer fotos, rulábamos, parábamos para hacer fotos, y así todo el día… El buen tiempo nos acompañó toda la semana, 23-25°C de media durante el día, siempre con un poco de aire fresco, y una punta a 30°C el ultimo día de “vuelta”, demasiado caluroso y no muy práctico cuando parábamos… obligados a quitarnos la chaqueta para no morirnos de calor.
Paro aquí un rato las descripciones para dejar sitio a las fotos…
1er día : Sky Road- Clifden
2° día
Ballyconneely
Roundstone
Bog Road
Coral Beach
3er día
Cerca de Leenane
Lough Corrib
Lough Mask
Lough Nafooey
4° día
Doo Lough (lo llamamos «el lago de los tábanos»- Juan todavía tiene cicatrices…)
Westport Bay
Croagh Patrick
Atardecer y luna en Sky Road:
Solo decir que los 2 últimos días los hemos disfrutado no haciendo nada aparte de visitar los pubs del pueblo y aprovechar un poco la Guinness para Juan y la Bulmers/Magners (sidra) para mí.
Al lunes siguiente, con la cabeza llena de paisajes, salíamos por unos 380km- más o menos 6 horas de ruta.
V’s
Leave a reply