3 Wheeling
On the road again… 3 Wheeling
Nuestro viaje hacia las 3 ruedas para 3 comenzó en 2020. De hecho, empezó en nuestras cabezas mucho antes, ¡siempre tuve en mente la posibilidad para cuando la familia creciera! Siempre he tenido debilidad por este tipo de máquinas.
Cuando llegó Emma, pensamos en comprar el sidecar cuando tuviera unos 2-3 años. Antes de esa edad, los músculos del cuello no son lo suficientemente fuertes como para soportar el peso de un casco de moto.
A finales de 2019/principios de 2020, Juan, que se encarga de las búsquedas en internet, empezó a buscar sidecares en Irlanda (norte y sur). En Francia hay mucho más mercado de segunda mano, pero no nos convienen porque el sidecar tiene que estar en el lado izquierdo. Habíamos contactado previamente con el fabricante holandés EZS, que ofrecía sidecares tanto para el lado izquierdo como para el derecho, pero tuvimos que descartar la opción de comprar un sidecar nuevo, ¡que no entraba en nuestro presupuesto!
Juan encontró uno, de EZS/Watsonian, pero montado en una Harley. Y las Harley no son lo mío… Así que siguió buscando…. Y unos meses después, este sidecar seguía a la venta, pero la moto se había vendido por separado. ¡Era nuestra oportunidad! Juan contactó con el vendedor y en 2 días se cerró el trato (nosotros no podíamos viajar por restricciones así que no pudimos ir a verlo previamente) y unos días después llegó el sidecar….



A partir de ahí tuvimos que tener paciencia, mucha paciencia. Porque la vida tenía otras prioridades y había que esperar a que las cosas mejoraran para continuar con el proyecto.
Con paciencia, fe y esperanza, todo se alcanza, y finalmente, en septiembre de 2022, Juan nos encontró LA moto en internet que coincidía con la que queríamos enganchar al sidecar: una XJR 1300. Llamó al vendedor, fuimos en coche hasta el sur de Dublín y cerramos el trato. La moto estaba asegurada y los 5 estábamos de camino a casa (Juan, la moto, Emma, yo y el coche). Bajo una lluvia torrencial…

Así que ahora teníamos en el garaje:
-un sidecar sobre un palé
-una moto
-algunas piezas de recambio (un neumático, un espejo retrovisor, un reposa pies…)
Habíamos contactado con Watsonian en el Reino Unido, ya que pensábamos que el sidecar procedía de allí. Ellos podían acoplar el sidecar a nuestra moto.
Así que busqué y encontré un transportista que llevaría el sidecar en un palé y la moto desde nuestra casa hasta Watsonian, en una furgoneta. Por supuesto, tuvimos que pasar por un agente de aduanas, gracias al Brexit…

El sidecar y la moto se mantuvieron calientes hasta que todos los componentes estuvieron listos para el montaje, incluida la horquilla, que hicimos a medida para mejorar la maniobrabilidad.
Por fin estaba listo, y tuve que buscar un transportista para el viaje de vuelta, esta vez un transportista de coches, ¡porque era demasiado ancho para una furgoneta!
Aquí viene, junto con la lluvia… (¡lluvia que iba a durar todo el verano, por cierto!).

Nuestro tan esperado sidecar está de vuelta. ¡Un magnífico trabajo profesional!

¡Pero aún no ha terminado! Teníamos que terminar el papeleo de aduanas, y luego conseguir los nuevos papeles de la moto, que ahora era moto + sidecar.
Bueno, eso nos llevó todo el mes de julio y la mitad de agosto (¡y unos cuantos intercambios de correos electrónicos!).
A la vuelta de nuestras vacaciones (que pasamos en el coche…), nos llevamos la grata sorpresa de encontrar en el buzón el nuevo permiso de circulación.
Solo nos quedaba pagar el seguro, lo que nos llevó una buena semana más, ya que nuestra aseguradora aquí desde 2015 tarda una semana en abrir los correos electrónicos. Así que después de cambiar de aseguradora, ya teníamos todo listo para una primera prueba de conducción el sábado por la mañana.
El primer intento fue de alrededor 1,6 km, y nos dimos por vencidos… a la espera de un poco de práctica y recomendaciones recogidas en internet antes de perseverar.
Nos habían dicho que conducir un sidecar era diferente a conducir una moto… y que era mejor hacer algún cursillo antes, pero no hay ninguno en Irlanda. Así que buscamos en Internet consejos oficiales.
Así que tienes que saber que
1- el sidecar es inestable: es normal que se mueva
2- Cuando frenas, el sidecar se desplaza hacia la derecha: es normal.
3- Cuando aceleras, el sidecar se desplaza hacia la izquierda: es normal.
(para los montados en el lado izquierdo. Para los montados a la derecha es al revés).
Armados con esta información básica pero extremadamente útil, Juan decidió hacer su auto-entrenamiento solo en la moto y sin nadie en el sidecar, por nuestra integridad física LOL.
Empezó yendo y viniendo por el pueblo, que tiene 2 curvas y un buen tramo recto y un gran aparcamiento para dar la vuelta. Después de cierto número de pasadas y de que una vecina saliera de su casa con el puño en alto, (el tubo de escape al no ser original, hacía mucho ruido… ya lo hemos cambiado por el original, mucho menos ruidoso para los vecinos, el conductor y los pasajeros del sidecar)… decidió continuar camino hacia la salida del pueblo. Le seguimos en el coche. Primero por una pequeña carretera sin tráfico y sin salida. De nuevo por la carretera de entrada al pueblo. Para salir del pueblo no teníamos elección, había curvas, una o dos bastante cerradas, ¡y a la izquierda! Así que iniciamos un pequeño bucle que incluye una carretera más rápida (limitada a 100 km/h). Para entender cómo funciona y ganar un poco de confianza.
Durante una semana, Juan cogió el sidecar en trayectos cada vez más largos para acostumbrarse a la conducción. Cuando cogió confianza, nos subimos las dos al sidecar, y los 3 nos lanzamos a una pequeña excursión en sidecar. Después de algunos paseos cortos, finalmente intentamos EL paseo. Hasta Cork, para encontrarnos con unos amigos moteros y hacerles probar el sidecar como pasajeros. Luego nos dirigimos a Innishannon para tomar un helado y jugar en el parque infantil (Emma, no nosotros!).
La segunda salida, algo más larga, fue a Lismore. Un paseo agradable. La carretera no está en muy buenas condiciones a veces, ¡y el sidecar se movía bastante! Emma estaba contenta, Juan se está acostumbrando a conducir (incluso hay una curva cerrada a la izquierda, ideal para practicar). ¡Y Lismore también tiene un parque infantil!


También aprovechamos algunas mañanas secas para dar paseos cortos los 2 solos (Juan practicando la conducción y yo en el sidecar).

Aprovechando los últimos días de sol, hicimos otra excursión para encontrarnos con unos amigos en Courtmacsherry.




A la vuelta, hicimos una parada en el nuevo parque infantil de Bandon.
También nos detuvimos en el aparcamiento de un centro comercial, y me familiaricé con el sidecar por primera vez: acelerar, frenar, girar a la izquierda y luego a la derecha. Bueno, a baja velocidad y sin obstáculos en el camino, ¡todo iba bien!
Volví a cogerlo una mañana en el pueblo. Me cuesta saber dónde está la rueda del sidecar y me asusto un poco en las carreteras estrechas (sin línea central blanca para saber dónde colocarse) cuando viene un vehículo en sentido contrario (sobre todo un camión o un tractor). Pasé varias veces por el pueblo para practicar la aceleración, el frenado, la desaceleración y el giro. Esta vez sin preocuparme por los oídos de los vecinos.
Otra mañana, conduje (con Juan en el sidecar) hasta el pueblo de al lado y volví.
Un domingo por la mañana, aprovechando los últimos resquicios de buen tiempo, improvisamos una excursión a la estación de servicio donde se reúnen los moteros, y luego continuamos hasta el parque infantil de Bandon, ¡por supuesto! A la vuelta nos detuvimos en Blarney para tomar un tentempié, y luego tomamos las preciosas carreteras secundarias de vuelta a casa (después de parar en casa de un amigo motero a la vuelta).
Llegamos bastante hechos polvo, PERO fue la PRIMERA VEZ en más de 6 años que habíamos tenido un «día de moto»: en otras palabras, nos subimos a la moto, nos reunimos con otros moteros y recorrimos kilómetros sin un destino determinado, simplemente para disfrutar de la carretera. Pues bien, ahora añadimos un parque infantil en el destino, ¡y tenemos la suerte de contar con un montón de ellos!
El sidecar estaba pensado en un principio para que pudiéramos reanudar nuestras salidas en moto. ¡Y ya está! ¡Aquí estamos!
Aprovechando el sol mientras dure, hicimos otra salida a Lismore y The Vee:





Y un par de salidas otoñales:



(Y sí, Emma es capaz de leer en el sidecar!).
Todavía tenemos que rodar bastante para sentirnos cómodos. También tendremos que practicar situaciones de emergencia en un aparcamiento cerrado. Tengo que seguir practicando en carretera, para poder usarla yo también (sólo con Emma en el sidecar, Juan no cabe con ella). Así que si conduzco, ¡tendremos que coger otra moto también! De momento, Emma prefiere que vaya con ella en el sidecar. Tenemos que acostumbrarnos.
Esta es la primera etapa de nuestro sueño a 3, ¡seguiremos con las demás etapas que se avecinan!
W’s!
Road Races
Nuestra temporada 2022… road races etc…
Este post fue escrito en noviembre de 2022. Por falta de tiempo sólo lo publico ahora, pero cuando se redactó no tenía ni idea que empezaríamos el año 2023 con las malas noticias del Norte con todas las carreras canceladas, y la misma incertidumbre en el Sur, por un tema de seguros a precios desorbitados. El tema sigue pendiente de resolver.
Sigo teniendo fe que tendremos carreras en la Isla de Irlanda en 2023. Cruzamos los dedos para poder pasear por los paddocks, ver y charlar con pilotos y poder apoyar a los clubs organizadores un año más.
Este año celebramos 10 años de casados, y 10 años de nuestro viaje de novios que pasó por la carrera de Armoy, nuestra primera road race. Esperamos poder celebrarlo allí con unas carreras a cortar el aliento.
Nuestra temporada empezó en marzo, cuando aún hacía frío y lluvioso, con el show de Stephen Davison, organizado por el motoclub CMRVC de Cork, en preparación a la carrera Munster 100. El show fue genial como siempre, incluyendo un buen número de los mejores pilotos como Peter Hickman, Jack Kennedy y Brian McCormack.





Al día siguiente era el «Cork Motorcycle Show«, pequeño salón de la moto que fue un éxito dadas las circunstancias. Fue muy bueno estar de vuelta en el mundillo del motociclismo y volver a encontrarnos con otra gente que comparte esta misma pasión. Tuvimos conversaciones interesantes con el fotógrafo Stephen Davison, Wallace y Gillian de la revista Road Racing Ireland, y Roger de FBOS, entre otros.
Nuestra temporada de road races empezó en Tandragee. Nunca habíamos ido a Tandragee antes, y este año tuvimos una oportunidad de descubrir esta carrera. ¡Y qué mejor manera de celebrar mi cumpleaños que una road race! Como Emma tenía cole el viernes y Juan tenía que trabajar, nos fuimos bastante tarde hacia Armagh y condujimos casi del tirón. Nos quedamos en un B&B con una anfitriona muy simpática que nos hizo sentirnos en casa desde el primer momento.
El viernes había sido un día soleado, un buen día para las sesiones de entrenamientos después de un invierno muy largo. Por desgracia el sábado por la mañana despertamos al sonido de las gotas de lluvia en el velux… no un muy buen empiece para un día de carreras… Después de un buen desayuno irlandés, nos fuimos hacia el circuito. Empezamos con una vuelta al paddock, no paró de llover ni un minuto. Teníamos nuestros trajes de lluvia, y un paraguas grande. Cuando anunciaron la primera carrera, nos metimos en el campo enfrente del paddock. Empezaban las motos clásicas. Después de un poco de espera y unas vueltas de calentamiento, la carrera empezó.


Nos dimos cuenta que habíamos olvidado de coger algo para sentarnos. Anteriormente teníamos 2 sillas plegables, pero no pensamos en cogerlas. A cabo de un rato Emma empezó a estar cansada, Juan la llevó a hombros, y luego se cansó él. Entonces después de la carrera volvimos hacia el paddock. Vimos la primera salida de la segunda carrera, pero después de un rato más de espera y una charla amena con Andy Farrell, decidimos dejarlo para otra oportunidad e irnos. Por desgracia para los organizadores, la lluvia no paró, y cancelaron las carreras no mucho después de irnos nosotros.
Para nosotros, lo importante era haber podido volver a un paddock de road races, a pesar de no haber visto demasiadas carreras, nos fuimos contentos.
Para el domingo habíamos reservado unos billetes para el Observatorio de Armagh. No tiene nada que ver con las motos, pero es un entretenimiento estupendo para los niños, para un día sin carreras. Nos tiramos allí unas cuantas horas, y no nos dio ni tiempo de ver lo de afuera (tampoco hacía mucho día para estar fuera, habrá que volver). Solo nos fuimos porque ya había entrado el hambre y necesitábamos comida en condiciones. A Emma le encantó ver las estrellas, los cohetes, todos los juegos y actividades, ¡y a nosotros también! Esperamos poder volver a Tandragee el año que viene, con buen tiempo, ¡y volveremos también al Observatorio!
En el camino de vuelta, paramos en el Decathlon de Dublín a comprar 3 sillas plegables, ¡así estamos listos para la próxima carrera!
El fin de semana del 10 de abril, el Club West Cork Motorcycle Club celebraba su carrera anual de Dragster. Por fin Juan había conseguido registrarse para correr, y el sábado bajamos hacia Halfway para el escrutinio. Todo bien para la moto, pero por desgracia había visto en el último momento que los cascos deben tener menos de 5 años, y a pesar de tener muy poco uso, él de Juan tenía más de 5 años. Así que se acabó la carrera para Juan antes de haber empezado. El domingo bajamos otra vez, para ver las carreras como espectadores únicamente y nos quedamos un rato, hasta que le entró el el frío a Emma y nos volvimos para casa. ¡Lo intentaremos otra vez el año que viene!






Luego tuvimos un largo tiempo de espera hasta la siguiente road race. El sábado 18 de junio salimos de casa no muy temprano, dejamos nuestra maleta en el mismo B&B donde nos habíamos quedado la ultima vez que fuimos a Kells, hace tiempo ya, y nos fuimos hacia el circuito.
Esta vez estábamos mejor preparados con nuestras sillas plegables. La sesión de entrenamientos estaba ya bastante avanzada cuando llegamos. Estábamos en la misma curva que la primera vez que venimos. La sesión acabó no mucho después de que hubiéramos llegado, así que nos fuimos a dar un paseo por el paddock. Una vez más, fue un placer ver tantas caras familiares. Charlamos un poco con Yvonne Montgomery, y después de un rato más nos volvimos al B&B. Fuimos a cenar y fuimos a dar un paseo hasta la orilla del lago, un sitio muy bonito.
El domingo por la mañana nos fuimos hacia el circuito bastante temprano para poder elegir sitio alrededor del circuito. Pero al final nos volvimos hacia la curva del día anterior, y nos sentamos allí, cerca del pueblo (coche), del paddock, de comida y bebida. Y en un sitio seguro para los espectadores.
Las carreras empezaron bastante pronto, hacía más frio que el día anterior (y estábamos sentados a la sombra de un árbol), pero pudimos tener una buena dosis de carreras y hacer algunas fotos.






















Por desgracia la jornada se terminó repentinamente después de un incidente un poco antes de donde estábamos. Por desgracia el piloto, muy joven, Jack Oliver, perdió la vida en el accidente.
Después de un tiempo de espera, se canceló el resto de las carreras y todo el mundo se fue. Fue todo muy triste, no había nada oficial aun, pero sabíamos lo que había pasado. El viaje de vuelta no fue muy alegre. Descanse en Paz Jack.
Durante el verano había un calendario bastante completo de road races a la vista. Intentamos ir a Skerries antes de irnos de vacaciones, pero los precios de los hoteles o B&B, si quedaban habitaciones, eran una locura. Así que lo dejamos. Estuvimos fuera la mayor parte del verano, visitando la familia, así que nos perdimos la temporada irlandesa de road races.
En el camino de vuelta a Irlanda desde Francia, nos paramos en Le Mans, para un evento llamado «The Big Car Show«. Reservamos un día de visita para el sábado y nos pasamos el día entero viendo bonitos coches, dando vueltas por los diferentes stands y lo que más le gustó a Emma fue el stunter Florian Bugs que era una pasada. ¡O quizás le gustó más el tiovivo, ya que cada sesión duraba 15 minutos! ¡No acababa nunca! ¡¡¡Y nosotros habíamos comprado 5 billetes!!!




Al final volvimos a casa y de vuelta a nuestra rutina, así que no nos quisimos perder la subida en cuesta de TwoHigs, organizada por el West Cork MCC el 18 de septiembre. Salimos de casa no muy tarde para un cambio, y llegamos a Clonakilty sobre las 11h. Nos sentamos (¡en nuestras sillas plegables!) no en el mejor sitio, pero bueno, un sitio no muy lejos de la salida, y desde donde podíamos ver pasar las motos. Estuvimos allí un par de horas, charlamos un rato con Stephen Davison, antes de volver a casa después de un rato. Otro día muy chulo.
¡Pero la temporada no acabó con la subida en cuesta! Decidimos ir al circuito de Mondello, cerca de Dublín, para el campeonato de los «Dunlop Masters Superbike Championship«. Habíamos querido ir anteriormente durante el año, pero nunca lo conseguimos. Así que al final, el 25 de septiembre, allá nos fuimos y llegamos sobre las 11 de la mañana. Nos fuimos hasta la tribuna que domina la primera curva y desde donde se ven también otras partes del circuito. Nos sentamos allí y empezamos a ver carreras y más carreras. Nos lo pasamos pipa. Estábamos bastante cercanos al circuito, bastante más que en todos los circuitos mas grandes a los que fuimos antes. Y el ambiente era muy similar al de las road races. Bueno hay que decir que muchos pilotos y equipos son los mismos que corren en la carretera.














Fue también nuestra primera vez viendo carreras de sidecares (bueno, vimos un par en la República Checa pero los sidecares eran bastante antiguos, lo que no quitaba espectáculo tampoco), era genial. ¡Me encantó! ¡Y a Emma también!





Después de unas cuantas horas viendo carreras, fuimos a dar una vuelta por el paddock y justo antes de la última carrera de Supersport, como ya eran las 4 de la tarde y teníamos que volver a casa, decidimos irnos a regañadientes. Emma quería «ver más carreras». ¡Desde luego volveremos a Mondello, un buen sitio para ver unas buenas carreras en un ambiente muy agradable!
Nuestra última salida del año no será para una carrera, pero con un poco de suerte, será el «Cork Toy Run» el 4 de diciembre.
¡Y cruzamos los dedos para una temporada 2023 llena de carreras!
V’s

