Viajes
Vacaciones 2008
Nuestras vacaciones 2008 empezaron “enlatados” por razones prácticas (íbamos a una boda) y también de ahorro (dado lo caro que es la gasolina en Francia, mejor repostar lo menos posible…). La zona es muy bonita, además era la época de las lavandas en flor.
Tenemos pendiente volver por la zona con la moto.
La estancia en Francia fue corta y volvimos a Barcelona para dejar el coche y coger las motos. Teníamos previsto ir a Asturias pero por etapas, pasando por el Pirineo.
La ruta fue la siguiente:
Barcelona-Tarrega por autovía. Desvío por la C53 hasta Balaguer, C13 pasando por la carretera tremenda del Pantano de Camarasa con vistas preciosas. Tremp, La Pobla de Segur y parada para comer en el pueblo de Senterada.
Allí habíamos parado hace un par de años (o 3) volviendo de una concentración. Habíamos comido entonces unas «torradas» tremendas, y el dueño del bar (que se parecía bastante a un leñador típico canadiense… nos dió miedo y todo) nos había hecho probar embutido de la casa… tremendo! Con lo cual, decidimos parar otra vez allí… Pedimos torradas y nos trajeron: pan de pagès a voluntad, con el correspondiente ajo, tomate y aceite para el pà tomàquet- y: jamón ibérico tremendo (del pueblo), 3 tipos de salchichón de la casa, y 3 tipos de quesos de la casa. Resultado: mi marido casi no cabe en el mono y poco más y nos teníamos que quedar a dormir allí.
Al final salimos y seguimos camino por Pont de Suert, Castejón de Sos, Ainsa (carretera preciosa por un barranco) y subimos hasta Bielsa dónde habíamos previsto parar un día.
En Bielsa tuvieron el detalle de ponernos una luna llena que salía de detrás de las montañas- y un bar ponía a disposición de los clientes su telescopio a cambio (claro) de una consumición…
Al día siguiente habíamos previsto dar una vuelta larga pasando del lado francés y subiendo (y bajando) unos cuantos puertos de esos famosos del Tour de Francia.
Hay un túnel que separa España de Francia… del lado español no hacía mucho sol pero no parecía que iba a llover ni nada. Fue salir del túnel y encontrarnos con niebla, tuvimos que bajar todo el camino a 20km/hora. Un poco más abajo ya no había niebla pero el tiempo era muy nublado. Aún así intentamos emprender la subida hacia el «Col d’Aspin». Después de unos kilómetros tuvimos que dar la vuelta ya que otra vez nos encontrábamos con niebla…
y no vale mucho la pena subir kilómetros con niebla y llegar al puerto y no ver nada… Comimos de menú en un pueblo (pasaré los detalles porque no me sentí muy orgullosa de ser francesa en aquel momento), y volvimos hacia el lado español.
Del otro lado se había despejado bastante y pudimos disfrutar del paisaje… y hacer alguna parada fotográfica…
También hicimos una parada «técnica»: iba yo delante y justo antes de una curva grande, veo que detrás mío mi marido me está pitando sin parar, y se para en el poco arcén que había (en plena curva). Yo paro también pensando «sí es bonito el paisaje pero de allí a parar en medio de una curva, se ha vuelto loco»… Subo andando y me dice «se me ha parado la moto» y a la vez que me lo dice, pone una cara rara y «nada, que le he debido de dar al botón rojo del encendido…» Total, ya que estábamos parados, aprovechamos para hacer fotos y también de paso para comer fresas silvestres que había por ahí.
Al día siguiente ya emprendimos el camino hacia Asturias, saliendo del hotel muy temprano y tomando todo el tiempo necesario para disfrutar de unas vistas inolvidables entre Bielsa y Ainsa de los rayos del sol temprano saliendo de detrás de las montañas. Por desgracia no hay fotos pero está grabado en nuestras memorias.
Seguimos hasta Boltaña, Broto, Biescas y Sabiñanigo y Jaca hasta Pamplona. La siguiente parada fue cerca de Laredo donde comimos tarde con unos amigos. A Asturias llegamos tarde… y no hay elementos gráficos ya que sólo nos dedicamos a ir de sidrería en sidrería…
Como no habíamos hecho suficientes kilómetros, unos días después seguimos camino hacia Ferrol, Galicia. No tuvimos muy buen tiempo para salir con las motos, sólo aprovechamos la vuelta para dar un pequeño desvío por los Ancares (el principio) donde paramos a comer de picnic.
Luego seguimos camino hacia León donde decidimos pasar la noche y hacer un poco de turismo. Al día siguiente yo salí hacia Barcelona y mi marido volvía a Asturias para una semana más.
Unos cuantos kilómetros en 2 semanas nos supieron a poco… al final no descansamos mucho!!!
Tenemos pendiente volver a Bielsa para más días y hacer por fín la ruta de los puertos del Tour…
Colorín colorado, este cuento se ha acabado…
V’s
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